42

2.2K 277 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Aegalys Targaryen yacía en su cama de seda, suspirando con satisfacción mientras Ser Royce, descansaba a su lado. El suave resplandor de la luna llena iluminaba la habitación, creando un ambiente íntimo y acogedor. Sus cuerpos desnudos estaban entrelazados, los dedos de Aegalys trazaban suavemente círculos sobre el pecho de Royce. Una sonrisa juguetona se formó en los labios de la Targaryen mientras miraba al hombre atractivo a su lado.

"Aquellos días en Pentos eran tan gloriosos junto a mi hermana" susurró Aegalys con nostalgia. "Daenerys y yo solíamos corretear por los pasillos y jugar en los jardines. Éramos inseparables".

Royce la miró con ternura, sus ojos azules brillando con devoción. "Esos son recuerdos preciosos, mi señora. Sé que extrañas a tu hermana".

Aegalys suspiró profundamente. "Sí, extraño a Daenerys todos los días. Era mi otra mitad, siempre juntas, siempre apoyándonos. Desearía que estuviera aquí en Dorne conmigo".

Royce acarició suavemente el rostro de Aegalys. "Quizás algún día se reencuentren, mi señora. No se sabe qué depara el destino".

"Eso espero." Dijo Aegalys con voz ida.

Ser Royce tomó la mano de Aegalys y la besó suavemente. "Yo también extraño a mi familia", confesó Ser Royce con sinceridad. "Tengo recuerdos lejanos de mi infancia en las Tierras de la Corona. Mi padre era un caballero honorable y mi madre, una mujer bondadosa. Pero la vida me llevó por caminos inesperados, y ahora mi familia eres tú, Aegalys, y nuestro hijo Maegor".

Aegalys se conmovió al escuchar las palabras de Ser Royce y le dio un beso apasionado. "Eres un hombre valiente y noble, Ser Royce. Estoy agradecida de tenerte a mi lado".

Ser Royce asintió, con los ojos llenos de determinación. "Protegeré a nuestra familia con mi vida, Aegalys. Juro ser tu escudo y tu espada, siempre. Nada nos separará".

Aegalys acercó sus labios a los de Ser Royce y lo besó suavemente, sellando sus palabras con un gesto de amor y pasión. En ese instante, el vínculo entre ellos se fortaleció aún más, y supieron que juntos podrían enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Se quedaron en silencio durante un momento, disfrutando de la calma y el amor que compartían. Luego, Aegalys tomó la mano de Ser Royce y comenzó a contarle más historias de su infancia en Rocadragón, de las travesuras que ella y Daenerys solían hacer, de los sueños que tenían juntas.

Ser Royce escuchaba atentamente, sintiendo cómo se estrechaba el vínculo entre ellos.

Y así, Aegalys Targaryen y Ser Royce se perdieron en la intimidad de aquellos brazos amorosos, compartiendo historias, risas y promesas para el futuro. Sabían que, pese a las adversidades y los recuerdos que los atormentaban, estaban unidos por un lazo irrompible y que juntos encontrarían la felicidad que tanto anhelaban.





 Sabían que, pese a las adversidades y los recuerdos que los atormentaban, estaban unidos por un lazo irrompible y que juntos encontrarían la felicidad que tanto anhelaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Mientras tanto, en el otro extremo del castillo, después de un intenso momento de pasión en la recamara de Oberyn, los amantes se encuentran recostados en la cama, sus cuerpos aún palpitando con el éxtasis. Ellaria, mirando fijamente a los ojos de Oberyn, acaricia suavemente su mejilla y susurra:

"Oberyn, ¿Te gustaría volver a recorrer Dorne de punta a punta? Imagina, viajando juntos, explorando cada rincón de nuestra tierra, descubriendo nuevos lugares y disfrutando de nuestra libertad. Podríamos estar lejos de todas las expectativas y las obligaciones."

Oberyn, mientras se recuesta sobre un codo y la observa con una sonrisa cansada pero juguetona, responde: "Ellaria, me encantaría ir contigo, pero no puedo. Tengo que quedarme aquí y aparentar ser el esposo perfecto de la princesa Targaryen." Dice con sarcasmo.

"¿Y qué importa eso, mi amor?" Ellaria dice entrelazando sus dedos con los de Oberyn. " Aegalys tiene a su amante, Ser Royce, a su lado. No le importará si tú también tienes tus propias pasiones." Trato de convencerlo, posando su mento sobre el pecho desnudo del principe.

Oberyn suspira profundamente y acaricia el cabello de Ellaria. "Sabes que no es tan sencillo como parece, querida. Aegalys puede tener a su amante, pero sigue siendo mi deber mantener las apariencias y proteger nuestra posición en la corte. No puedo arriesgarme a perderlo todo por un capricho."

Ellaria levanta la cabeza y mira fijamente a Oberyn, con una determinación en sus ojos. "Pero, Oberyn, ¿qué pasa con nuestra pasión? ¿Qué pasa con lo que realmente deseas? ¿Vas a renunciar a todo eso por el bien de las apariencias?"

Oberyn contempla sus palabras por un momento, sintiendo un conflicto interno entre sus deseos personales y sus deberes familiares y políticos. Finalmente, responde con sinceridad: "No quiero renunciar a nada, Ellaria. Quiero estar contigo y explorar Dorne juntos. Pero también quiero proteger a nuestra casa y a nuestras hijas. Es un equilibrio complicado."

Ellaria le susurra al oído a Oberyn mientras acaricia suavemente su mejilla. "Oberyn, ¿has oído hablar de los nuevos burdeles que han surgido en las regiones más remotas de Dorne? He escuchado que ofrecen experiencias únicas y exquisitas. Podríamos explorarlos juntos y disfrutar de nuestro tiempo sin restricciones ni juicios."

Oberyn arquea una ceja y se ríe suavemente. "¿Y que hay de mi hermano?"

Ellaria se acerca aún más a Oberyn y le susurra al oído. "Mi amor, Doran está tan sumido en su propio juego que apenas nota lo que sucede a su alrededor. Además, todos merecemos un poco de diversión y escape de vez en cuando. ¿No crees?"

Oberyn se queda pensativo por un momento y luego sonríe con complicidad. "Tienes razón, mi querida Ellaria. La vida es demasiado corta para negarse el placer. Exploremos los burdeles más exquisitos de Dorne." Al terminar de decir esto, se tiró encima de su amante, besándola con devoción.

The Union Between the Dragon and the Red Viper; Oberyn MartellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora