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El Señor de Dorne y cabeza de la Casa Martell, se encontraba en su despacho revisando algunos documentos cuando decidió convocar a Aegalys, para un importante encuentro. Sabía que debía abordar un tema incómodo, pero era necesario, ya que al parecer, su hermano no estaba interesado en hacerlo el mismo.

La menor de los ultimos Targaryen, ingresó al despacho de Doran con una expresión de curiosidad y nerviosismo en su rostro. Vestida con ropas elegantes de colores negros y detalles rojos junto a su largo cabello plateado, irradiaba belleza y elegancia, pero también una sensación de fragilidad.

Doran levantó la vista y la saludó con cortesía. "Bienvenida, Princesa Aegalys. Por favor, tome asiento", le indicó, señalando una silla frente a su escritorio.

Aegalys asintió y se sentó, esperando a que Doran revelara el propósito de su convocatoria. Estaba consciente de que su prometido tenía hijas bastardas. Su hermano se lo había informado, siendo este uno de los motivos por los cuales Doran acepto el trato de casarla con Oberyn. Pero nunca había tenido un encuentro con ninguna de ellas. La tensión en la habitación era palpable.

"Princesa, no tengo idea si Oberyn o su hermano le han informado que el Príncipe tiene siete hijas, bastardas." Comenzó Doran. Aegalys estaba sorprendida, no esperaba que fueran tantas." Ellas son mujeres fuertes y apasionadas, pero también son difíciles de tratar. Creo que es momento de que se conozcan, sabiendo que su boda será en una luna, para que puedan comprenderse mejor y tratar de establecer una relación cordial."

Aegalys asintió, aunque una ligera inquietud se apoderó de ella. Sabía que no sería una reunión fácil, pero estaba decidida a enfrentar el desafío.

Doran mando a llamar a las chicas, quienes estaban aguardando fuera del despacho. Cuando las puertas se abrieron por está entraron las siete jóvenes, todas hermosas y con rasgos distintivos de su padre. Las miradas desafiantes que le dirigieron a Aegalys dejaron en claro que no estaban dispuestas a aceptarla fácilmente.

"Nymella, Obara, Sarella, Tyene, Elia, Obella y Dorea, les presento a la Princesa Aegalys Targaryen, prometida de su padre", anunció Doran.

Las hijas de Oberyn intercambiaron miradas burlonas y risas contenidas, mientras Aegalys intentaba mantener la compostura.

Nymeria, la mayor de las hijas, se adelantó y se plantó frente a Aegalys con una sonrisa burlona en el rostro. "Así que tú eres la nueva adquisición de nuestro padre", dijo con tono despectivo. "Pensé que al menos elegiría a alguien interesante".

Aegalys tragó saliva, sintiéndose cada vez más incómoda. Intentó mantener la compostura y responder con amabilidad. "Es un placer conocerlas a todas", dijo con voz suave. "Espero que podamos llevarnos bien".

Las hijas de Oberyn estallaron en risas. Tyene, la más joven de ellas, se rió abiertamente y dijo con sarcasmo: "Oh, claro, nos llevaremos tan bien como los dragones y los escorpiones".

Las palabras de Tyene golpearon a Aegalys en lo más profundo. Ella sabía que la relación entre su casa Targaryen y la casa Martell seguía muy tensa por los sucesos del pasado, pero esperaba que pudieran superar esas diferencias. Sin embargo, parecía que las hijas de Oberyn no estaban dispuestas a darle una oportunidad, al igual que su padre.

The Union Between the Dragon and the Red Viper; Oberyn MartellWhere stories live. Discover now