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La suave luz del sol en su atardecer iluminaba la lujosa habitación donde Aegalys Targaryen se encontraba sola. El sonido de suspiraciones y susurros llenaba el aire mientras su dama de compañía, Elara, ajustaba cuidadosamente el delicado vestido de novia. Aegalys se mantenía en silencio, sumida en sus pensamientos y emociones encontradas.
Cuando su hermano Viserys le informó sobre el matrimonio con Oberyn Martell, Aegalys nunca imaginó que sería tan difícil. Aunque la casa Targaryen y la casa Martell tenían una alianza estratégica, Aegalys se sentía cada vez más aislada en esta nueva tierra del sur. Extrañaba su hogar, extrañaba a su familia y, sobre todo, extrañaba a su amada hermana, Daenerys.
Un suspiro escapó de los labios de Aegalys mientras se miraba tristemente en el espejo. Las lágrimas amenazaban con brotar de sus ojos violetas, pero se obligó a contenerlas. No podía dejarse llevar por la tristeza en este día tan importante, aunque su corazón se sentía pesado con la realidad de su matrimonio infeliz.
Elara, su dama de compañía, notó el pesar en los ojos de Aegalys y sintió una profunda pena por su sufrimiento. Sabía que Aegalys era una mujer con un buen corazón, pero también era humana y merecía ser amada y respetada en su nuevo hogar. Decidió que haría todo lo que estuviera en su poder para brindarle consuelo y apoyo en este momento difícil.
Una vez que Elara termino de trenzar el cabello plateado de la Princesa, lo acarició suavemente y le dijo con ternura: "Comprendo tu dolor, mi señora. Es difícil aceptar un matrimonio forzado y lidiar con la ausencia de tu hermana. Pero no estás sola, estaré aquí a tu lado en cada paso del camino. Juntos encontraremos la fuerza para superar esto y tal vez incluso encontrar la felicidad."
Aegalys se aferró a esas palabras de consuelo y encontró un rayo de esperanza en medio de su desolación. Miró a Elara con gratitud y una pequeña sonrisa iluminó su rostro, rompiendo la tristeza que la envolvía.
"Gracias, Elara", dijo Aegalys con voz firme. "Aprecio tu lealtad y apoyo. Prometo que encontraré la fuerza para enfrentar este desafío y, con suerte, encontrar mi propio camino en este matrimonio."
