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Aegalys observaba a los invitados que disfrutaban de la comida y las bebidas, pero no podía evitar notar las miradas de lástima y curiosidad dirigidas hacia ella. Era evidente que todos se daban cuenta de su tristeza y la ausencia de alegría en su rostro.

La Princesa se sentía sola y triste. Observaba a los invitados a su alrededor, notando cómo la gente murmuraba entre ellos y lanzaba miradas de compasión hacia ella. No tenía amigos en Dorne, y era evidente que las personas no se esforzaban por ser amables con ella.

Aegalys suspiró y apartó la mirada, anhelando estar en otro lugar, extrañando la compañía de su hermana Daenerys y lamentando la lejanía que ahora los separaba.

" ¿Has notado lo triste que se ve la princesa Targaryen?"

"Sí, es triste verla así. Pero supongo que eso es lo que sucede cuando se trata de una boda política. No hay lugar para el amor verdadero." Murmuraban los invitados sin quitar sus ojos de la princesa.

Mientras los invitados comentaban entre ellos, Aegalys se sentía cada vez más sola y desamparada.

Aegalys levanto su mirada por primera vez en horas cuando sintió que Oberyn se levantaba de repente de su lado y se alejaba.

"¿A donde vas?" Pregunto con voz sería Doran, mientras sus ojos seguían a Oberyn, quien se acercó a la mesa donde se encontraban sus hijas bastardas junto a Ellaria, quien aegalys recordó por ser la mujer que fue a sus aposentos hace dos meses, para sugerirle que tenga un amante.

Un nudo se formó en el estómago de Aegalys cuando vio a Oberyn tomar de la mano a Ellaria y darle un beso a está, frente a todos los invitados, quienes no tardaron en girar sus ojos hacia la Princesa, quien abrió sus ojos a más no poder al darse cuenta de lo que eso significaba.

" ¿Ellaria es la amante de Oberyn? ¿Cómo pude ser tan ingenua?" Se dijo para si misma. Viendo atónita cómo ambos se alejaban hacia quien sabe dónde.

Nadie se acercó a consolar a Aegalys. Los invitados parecían indiferentes a su sufrimiento y se limitaban a disfrutar de la fiesta. La princesa se sentía cada vez más aislada en Dorne, sin amigos ni aliados en quien confiar.

Aegalys decidió alejarse de la mesa principal y buscar un lugar más tranquilo donde pudiera reunir sus pensamientos. Se adentró en los jardines del castillo, dejando atrás la falsa alegría de la fiesta.

Mientras caminaba por los jardines, Aegalys recordaba los momentos felices que compartía con su hermana Daenerys. La extrañaba con todo su corazón y deseaba desesperadamente que estuviera a su lado para apoyarla en este momento tan difícil.

La princesa Targaryen anhelaba desesperadamente la calidez y la compañía de su hermana. Cerrando los ojos, rogó en silencio por un consuelo que parecía estar muy lejos de su alcance.

Aegalys anhelaba desesperadamente una compañía amable y alguien con quien hablar de sus preocupaciones.

La princesa decidió retirarse a sus aposentos, donde dejó que las lágrimas cayeran libremente. Los sollozos llenaron la habitación mientras se enfrentaba a la cruda realidad de su nueva vida en Dorne, preguntándose cómo podría encontrar la felicidad en un lugar tan hostil y desolado.

The Union Between the Dragon and the Red Viper; Oberyn MartellWhere stories live. Discover now