Las reglas del amor (borrador)

Diez

DIEZ

Brook

La mañana siguiente me desperté temprano, quería desayunar con Sam, la esperaba en la cafetería mientras bebía un café frío, llego diez minutos después con unos grandes lentes de sol.

—¿Se te perdió el verano?—dije de broma.

Se sentó frente a mi—Los chupitos y yo nos encariñamos mucho ayer.

Sonreí—Por eso no bebo.

—Es una manera de cambiar la rutina, siempre es lo mismo, te aburrirás.

—Por eso decidí meterme a clases de fútbol.

—Suena bien—apoyo.

—Hoy tendré mi primera práctica, así que espero que me vaya bien.

—¡Veras que si!

Luciano se unió a nuestra mesa y desayuno junto con nosotras.

—¡Ayer fue épico!, hiciste enfurecer a D'Angelo—murmuro Luciano.

—Solo es un patético idiota que necesita atención y hace esa clase de cosas para llamarla, es insoportable, sus papás deben detestarlo...

Ambos se quedaron callados, me encogí de hombros y guié una uva hacia mi boca.

—Le diré eso a mi psicóloga, le encantaría saber que opina el instituto sobre mi...—murmuraron a mis espaldas.

La cague.

Si, pero es algo que él ya sabe.

Voltee sin pena alguna y lo enfrente—De hecho si, dile, creo que la terapia no te esta ayudando mucho.

—Novata babosa—susurró antes de irse.

Tome la manzana de la charola de Sam y se la lancé, mal tiro, solo cayó en sus pies y la piso antes de irse.

—¡Brook!—reprendió la morena.

—Lo siento, es que lo odio.

Continué desayunando cuando vi aquel pelirrojo en mi campo de visión, era el de la otra noche, honestamente está muy guapo, más que eso, está para chuparse los dedos como diría mi amiga Ava.

—¿Lo conoces?—murmuro Sam sacándome de mis pensamientos y regresando la vista a la mesa.

Negué despacio—Lo conocí ayer.

—¿Ayer?—preguntó Luciano.

—Salí a caminar, estaba algo abrumada y lancé una piedra en su auto por error... ¿ustedes lo conocen?

Sam asintió—Jonah Looke, es guitarrista, esta en cuarto y es muy amable, vivió un tiempo en Corea del Sur y muchos dicen que salió unos meses con Jennie.

—¿Con quién?—pregunte.

Rodo los ojos—Es de blackpink.

—De acuerdo.

Bueno, no seré mejor que Jennie, pero soy británica, eso ayudará tal vez...

Aunque para que me engaño, no podría competir con una chica de blackpink.

—Y es mi compañero de habitación—agregó Luciano.

—¿Enserio?

—Sin ilusiones, mete muchas chicas.

Suspire.

¿De cuando acá todos los hombres huyen del compromiso?, es tan guapo, pero no podría estar con otro como Luka, es desgastante.