Leclerc, Sainz, Agnelli (67)🏎

Start from the beginning
                                    

Me gustaba mucho pasar el tiempo aquí cuando era niña. Los videojuegos nunca me gustaron, pero sí disfrutaba mucho de sentarme en su ventana a ver el atardecer caer mientras él y Carlos jugaban. Recuerdo que, la primera vez que sentí que le gustaba fue cuando escuché a Chili decir "deja de estar viendo tanto a Alice y concéntrate, nos van a matar". Lo sonrojado que se puso, pero eso no le impidió a seguir volteando a mi dirección.

Y él sabía que los videojuegos no eran lo mío, entonces me dejaba tomarles las fotos que yo quisiera para no aburrirme. Tan lindo desde siempre.

-Todo está igual.

-Dormí aquí hace un par de semanas, cuando vine. Fue agradable, llovió esa noche, te hubiera gustado. Y a mí me hubiera encantado que estuvieras aquí conmigo.

-Bueno, estoy aquí ahora, y por lo que escuché, invitaste a mucha gente. ¿Cuál es la ocasión?

-Me siento feliz.

-¿Tan feliz como para cocinar? Eso es nuevo. ¿Pasta y hamburguesas?

-Sí, sí. Quiero un día familiar, es todo. Entonces este es el plan: estar en mi yate un rato, nadar, todo eso, luego regresar a casa y cenar mi deliciosa comida, porque será deliciosa, y jugar juegos de mesa antes de dormir. ¿Te parece?

-Me parece, y no puedo esperar a verte cocinar hamburguesas otra vez, y de comer tu pasta crocante.

-Mucha risa, pero ya me va a quedar bien esta vez.

(...)

Nunca tuve un romance adolescente. O si lo tuve, jamás se sintió como tal. Solía verlos en las películas y por alguna razón, parecía que me separaba mucho más que el vidrio de la televisión para tener algo remotamente similar. Pero con Charles se siente así. Se siente como si estoy recuperando el tiempo que no sabía que había perdido, porque de alguna forma, se las había arreglado para conquistar a mis 3 etapas más importantes: niñez, adolescencia y juventud. ¿O ya somos adultos? No tengo idea, pero se siente como una relación jovial todavía, y eso me encanta. Creo que solo Charles puede lograr eso.  

Todos están aquí. Comiendo, nadando, platicando. Pero todos felices, disfrutando del momento.

Estaba tendida sobre uno de los camastros del yate, tratando de broncearme, cuando llega junto conmigo. Supe que se trataba de él cuando se quedó estático frente a mí, interponiéndose a los rayos del sol.

-¿Te puedo ayudar en algo?

-Necesito mi beso de la suerte antes.- lo veo con una sonrisa, indicándole que se incline. Sus labios saben a agua de mar, y una vez que nos separamos, agita su cabello con fuerza para mojarme también.

-¡Charles!

-Le gano a Carlos y regreso contigo, ¿okay? Trata de no desesperarte.

-Voy a hacer lo posible. Espero ser lo suficientemente fuerte.

Me dedica una sonrisa, y supe que estaba considerando quedarse junto conmigo, pero Carlos llegó en ese momento, empujándolo al agua.

De cierta forma, esto se siente igual a cuando éramos niños y pasábamos las vacaciones aquí; riéndonos de todo, sin preocupaciones de nada. Somos niños otra vez en este momento, y eso me encanta.

Pasamos el día en su yate como si estuviéramos a mitad del verano con las vacaciones por delante. Dijo que había planeado este paseo para celebrar la primera victoria de Ferrari de la temporada, pero algo me dice que tiene que ver con el tiempo que pasamos sin vernos a diario.

-Es mucho más feliz desde que está contigo.- dirijo mi mirada al dueño de ese comentario. Joris llega a mi encuentro, sonriendo mientras ve a su amigo a la distancia.

FORMULA HEART || Charles LeclercWhere stories live. Discover now