¡MALDITO ALFA!

Capítulo 37

Nota: cap de secretos revelados jajajajajaj, pese a haberlo escrito rápido, los disfrute cada segundo.

te quiero mucho, gracias por estar aquí acompañándome en otro cap. 

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—Estás imprimado de Sasuke.

—¿Imprimado? —repite incrédulo—Eso... ¿Eso qué quiere decir? —indaga agobiado.

Kakashi suspira pesado como si verbalizar las palabras le costase un esfuerzo monumental—Quiere decir que... Si Sasuke no aparece pronto, podrías morir.

—¿Qué? —bisbisea en un tono desinflado.

—Eso—le confirma odiando ser el quién porta esa clase de noticias, especialmente de su amigo—Te has imprimado de Sasuke y tenemos que encontrarle pronto.

Con el sentimiento de frustración inundándole por completo, cubre su rostro con ambas manos y luego las desliza por sus dorados cabellos.

—No me importa morir—lo dice seguro y con los melancólicos orbes añiles perdidos en la blanca sabana—No me importa morir, pero...no quiero hacerlo sin ver una vez más a Sasuke—levanta la mirada para buscar la del doctor— ¿Cómo paso esto Kakashi? —inquiere confuso.

—Es poca la evidencia existente sobre los casos de imprimación—camina por la blanca habitación y se posa frente a la ventana con las manos tras la espalda, listo para dar cátedra.—La imprimación o impronta viene desde nuestros primeros ancestros alfas y omegas siendo la representación más pura del instinto, e incluso en la actualidad algunas personas lo manejan como un mito o leyenda, pues los casos documentados a lo largo de la historia son mínimos y poco verídicos—hace una pausa para tomar aire antes de comenzar—Incluso yo mismo no lo podía creer cuando lo mire en tus resultados. Se sabe únicamente de las 3 etapas previas a la imprimación. La primera etapa comienza con la sobreprotección excesiva del imprimado hacia el imprimador, la segunda etapa se da por sentimientos de ansiedad y miedo durante la ausencia del imprimador y en la última etapa el imprimado ya no percibirá las feromonas de ningún otro que pudiese representar competencia para el imprimador...y en caso de ser separados, el imprimado comenzara a perder las ganas de vivir... deteriorando así su cuerpo hasta perder la vida—el profesional se vira sobre su eje para mirar a Naruto antes de decirle lo siguiente.—Sasuke te ha imprimado por voluntad propia aunque no ha sido consiente de ello...

—¿Qu... Que estás diciendo Kakashi? —arguye resentido y el otro ya imaginaba que la reacción del alfa sería esa, puesto que entiende la ofensa que debe ser para el que alguien le diga que Sasuke podría matarle, aunque no directamente.

Camina lento y aun con las manos tras la espalda para situarse junto a la cama del agraviado—Verás, se dice que cuando un omega o alfa comienza a tener dudas sobre los sentimientos de su pareja, el miedo irracional a perderle o a que esta pueda llegar a dejarle, provoca sentimientos tan intensos y profundos, que imprima a su pareja sin ser consiente, creando este peligroso lazo como mecanismo de defensa... aunque para lograr esto, las feromonas del imprimador deben ser anormalmente poderosas, es por ello que hay tan pocos casos documentados.

Los orbes azules se exorbitan en demasía, en un visaje claramente impresionado—¿Él ha podido pensar que yo podría dejar de quererle? —y pese a que la situación es de suma gravedad, una risita algo incrédula y momentánea, se pinta en la tostada faz del rubio hombre—Por dios, como pudo siquiera imaginarlo.

—Aún hay más—advierte.

—¿Más? —cuestiona sarcástico.

—Me llevo días enteros sin dormir, pero pude averiguar sobre la casta de Sasuke, así que prepárate para esto...

La información hace que el áureo asienta firme y se incorpore, quedando sentado en la camilla, a pesar de la debilidad de su cuerpo.

—Sasuke pertenece a...

La puerta es prácticamente aventada con una descomunal fuerza, haciendo saltar a los dos hombres e irrumpiendo la importante conversación.

—¡Cariño! —una escandalosa mujer entrada en años, sumamente hermosa, de piel nevada y larga cabellera bermeja, en la cual algunos hilos plateados rebeldes se asoman, coge la mano del rubio a la vez que los ojos violetas le observan minuciosamente, como si quisiese confirmar que no le faltase ninguna extremidad.

—¿Mamá?

Una vez que la alfa ha constatado el estado físico de su hijo, da un gran pellizco que arranca un alarido al convaleciente hombre.

—¡Idiota! —le reprende con las rojizas hebras encrespadas—¡¿Cómo has venido a dar aquí?! ¡¿Por qué tuve que enterarme por Shikamaru?!

— Mamá... Por favor...—súplica, ya que no olvida lo critico de la situación.

La reacción del otro y esa melancolía, desbordándose por los celestes irises, hacen que la mujer transforme su postura, luego de no reconocer a su rebelde alfa primogénito, en ese hombre postrado y con el espíritu quebrantado. Esto le provoca un temor indescifrable y un mal presentimiento.

Vira el rostro hacia el doctor quien no ha encontrado oportunidad para huir de la habitación a tiempo—¿Kakashi, que tiene mi hijo? —el imperturbable tono y esos ojos de mirada intensa provoca escalofríos al profesional de la salud.

—Kakashi, por favor retírate, hablaré con mi madre—toma la palabra antes de que el doctor pudiese decir algo.

El otro asiente y abandona la habitación, dejando a madre e hijo conversar.

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La bodega es oscura, atestada de ilegalidades, húmeda y maloliente.

Una risa de tintes burlones, brota desde la cadavérica y huesuda garganta—¿Pero qué hace un hombre de tal rectitud en mis dominios?

—Orochimaru—verbaliza estoico a modo de saludo acercándose al pálido y viejo hombre.

—Pequeño Itachi—responde socarrón—¿A qué debo el honor de tu presencia?

El magnánimo moreno le contesta sólido—Requiero de tus servicios.

A continuación, avienta un maletín negro sobre la mesa donde está sentado el casi anciano, quien sin aguardar un solo segundo, lo abre y resopla un prosaico chiflido.

—¿A quién tengo que matar? —ríe estruendoso y cala de su cigarro.

—Necesito que busques a alguien y lo encuentres—le habla con entereza—Eso es solo un adelanto...

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Ha llorado tanto temiendo por la suerte de su criatura no nacida, que se ha quedado profundamente dormido. Una preciosa sonrisa se dibuja en su blanquecina faz, a la vez que sueña con un hermoso prado verde, donde su alfa juguetea mientras le persigue, hasta que comienza a caer por un escabroso vacío oscuro, donde ya no puede verle más. Esto y el molesto cosquilleo que percibe sobre sus labios le hacen despertar exaltado.

Tan solo abrir los atigrados ojos nocturnos, una hórrida y repugnante escena le ha choqueado.

Hay un hombre besándole...

Y el sentimiento de asco incrementa cuando le reconoce...

Se ha congelado y advierte como el estómago se le anuda cuando el otro se separa un poco de él, acariciándole el rostro con una naturalidad escalofriante.

—Has despertado... mi Theta...

Continuará....

Nota: No se burlen del nombre gente malpensada jajajaajaj así se llama la casta y si existe ehhh, es también una letra del alfabeto griego.