Capítulo 14

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Nota: oooolaaaaa de mar jejejeje.

Oigan, yo disfruto mucho escribiendo conversaciones mas que narrando el ambiente, pero aveces siento que me extiendo mucho y de pronto les puede parecer abrumador, si es así, háganmelo saber con confianza. 

te quiero mucho

******************

—En verdad no lo sé—rasca su nuca con ansiedad—Solo no lo he necesitado y mi alfa interior jamás lo ha exigido, parece conforme con solo saciar su instinto—su tono relajado muta en uno más reflexivo—A veces pienso que espera algo, pero no sé qué es. 

Sasuke advierte que su jefe debe estar lo suficientemente laxo de mente para contar algo tan íntimo y poner esa cara de perro apaleado. No esperaba una revelación tan sincera y no sabe qué decir, pues lidiar con los sentimientos ajenos le resulta abrumador. Admite también, que la contestación ha sido una verdadera sorpresa y que esta, solo le ha generado más dudas, por ende, escupe lo que hay en su cabeza sin filtro alguno.

—Supuse que ustedes solo se guiaban por los instintos y que no les importaba mucho con quien comprometerse mientras fuese omega.

—¿Cómo animales? —se carcajea ante la conjetura del otro.

—¿No es así?

—Sasuke, independientemente del instinto, tanto alfas como omegas, viven el enamoramiento al igual que ustedes—explica con paciencia, pues en el joven beta puede mirar la energía típica de su edad y ese sentimiento de rebelión que tanta ternura le causa—Desarrollamos emociones como cariño, apego y lealtad.

—Me resulta difícil creerlo—encoge los hombros, ya que lo que dice es sincero, el argumento de Naruto no le parece lo suficientemente convincente como para cambiar su postura respecto a su desprecio por los alfas—Todo se reduce a sus instintos—ni el mismo puede dar crédito a la forma en la que le está hablando a su jefe y se justifica considerando lo mucho que ha bebido.

—No es así—replica feliz de comenzar un debate—Te diré algo personal—mira hacia arriba como rebobinando dentro de sus propios recuerdos—Mis padres...ambos son alfas...

—¿Eso es posible? —interrumpe perplejo frente a la confesión.

—Si lo es, ellos desafiaron la ley natural porque se amaban más allá del instinto de nuestra casta— y la manera en que la faz acanelada se llena de orgullo, pinta una sonrisa bonita en el rostro nevado del huraño beta.

—Eso no me lo esperaba—admite franco y una emoción ignota, le invade, pues lo que le ha contado es algo demasiado privado.

—¿Nos odias, cierto? —la expresión es socarrona y no sabe por qué tiene esa necesidad de justificarse frente al menor.

—No lo llamaría odio—iguala la sonrisa del otro—Un poco de aversión, tal vez, la misma que usted siente por los betas.

—Yo no siento nada de eso—los ojos azules se entrecierran ofendidos.

—No nos odia, solo nos considera insignificantes—acierta con burla.

Hay un ambiente de jugueteo del que ninguno de los dos hombres es consiente. Se abstraen de los presentes y conversan como si estuviesen solos en ese sitio concurrido y ruidoso.

—Yo...yo ya no creo eso.

No previene esa objeción y le come la curiosidad—¿Por qué cambio de opinión?

—Por qué te conocí.

********************

Es de madrugada cuando el lujoso automóvil transita por las calles solitarias de los suburbios, haciendo contraste con los barrios bajos. La manera en que el alfa se va metiendo en las avenidas aledañas a su vivienda, con toda naturalidad, le hace sentirse extraño, pero no sabe interpretar el sentimiento. Está borracho, ha bebido más de lo que su cuerpo puede gestionar, no obstante siempre ha sido así, nunca bebe con otros betas porque siempre queda reducido ante su poco aguante, incluso Sakura le deja en ridículo.

—Llegamos.

Con las manos descoordinadas y efectuando un esfuerzo monumental, ha conseguido zafarse el cinturón de seguridad. Naruto cubre su boca para ocultar los temblores de su cuerpo, pues quiere estallar en risas. No da crédito a la manera en que el beta trata de ocultar su estado de embriaguez, defendiendo su dignidad y orgullo.

—¿Necesitas ayuda? —ofrece mesurado sabiendo que será rechazado.

—No—niega firme y apenas pone un pie en el suelo, se cae bruces—Estoy bien—justifica rápidamente, levantándose para volver a caer.

—No, no lo estás—baja del automóvil y levanta al huraño borracho como si de una pluma se tratase, echándoselo al hombro—Te llevaré a tu departamento.

—No—se remueve furioso—Bájeme, yo estoy bien.

—Deja de hacer escándalo—susurra mientras se internan en el complejo—Pensaran que te estoy haciendo algo raro—esto hace que el muchacho se quede en silencio—¿Cuál es tu piso?

—El último—lo dice totalmente avergonzado, luego de que le ha irruido de lleno el aroma de lo que supone, es la loción de su jefe.

Se va extraviando en la exquisita fragancia de licor hasta dejar de prestar atención a lo que el otro le está diciendo, en tanto que el elevador va ascendiendo hasta llegar al último piso. Siente que el tiempo corre en una película lenta y se lo atribuye a la borrachera que trae encima.

Sale de su letargo cuando han llegado a la puerta de su departamento y por alguna razón que desconoce totalmente, tiene la sensación de estar más ebrio que antes.

—¿Dónde están tus llaves?

—No...no sé.

—Bien, las buscaré yo mismo—da un respingo cuando el alfa empieza a esculcar las bolsas de su pantalón.

—E...espere—tartamudea nervioso y el hombre rubio se detiene cuando las ha hallado—¡Las encontré! —clama infantil y el gesto sonriente se desdibuja, dándole paso a uno de apabullo, apenas percibe una débil, pero exquisita esencia emanando del beta.

—Sasuke—la nariz del mayor rosa, su cuello sin vergüenza alguna—Tu...tu perfume huele muy bien.

El aroma a cacao se va intensificando a través de los segundos y con la conciencia afectada, abre la puerta del viejo departamento, ayudando al beta a ingresar.

Una vez dentro, su espalda es apoyada contra la pared con fuerza, haciéndole buscar la mirada añil, la cual se va tiñendo de bermellón. Jadea aquejado cuando un par de manos venosas le ciñen por la cintura con ímpetu.

—Sasuke...—le llama con el pecho convulso—¿Eres omega?

Continuará .....jejeje

¡MALDITO  ALFA!Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz