X

960 51 10
                                    

Capítulo diez
-Vuelta-
Barcelona

Me gustaría poder decir que el llegar de nuevo a España es algo bonito, donde me siento aún libre y no tengo preocupaciones. Pero con lo que me encuentro realmente es con una buena hostia en la cara tras darme cuenta de que probablemente pueda perder mi trabajo y que no pueda pisar mi casa. ¿Cómo he podido ser tan estúpida? Estoy acostumbrada a ser una persona responsable que cumple con sus obligaciones, nunca he sido de las que se van por ahí a lo loco. ¡¿Por qué cojones he tenido la necesidad de hacerlo ahora?! Claro, él está tan tranquilo porque no arriesga nada, pero yo… Joder, soy inútil.

Lo miro mientras conduce en su coche de camino a su casa. Está un poco más serio, no me mira, tampoco habla, no tiene expresión alguna. En el avión, por el contrario, estuvo cariñoso, poniendo su cabeza en mi hombro mientras acariciaba mi mano. Incluso llegó a dormirse.

Llegamos a su casa y bajamos las maletas en silencio. De verdad me preocupa si le pasa algo, quizá está triste por algo que yo no sé. Hay veces que las personas hacemos daño sin saberlo, y otras en las que creamos una odisea de dolor alrededor de una persona que nos importa. Al final, las personas a las que más quieres te pueden hacer pedazos porque tienen ese poder para hacerlo, el poder de destruirte. Pero aún así, por mucho daño que hagan, volveremos a ellas sin importar que. Por eso son esas personas, las que siempre dejas volver por muy dañado que estés, porque las quieres más que a ti mismo. Ansu para mí es una de ellas, porque me ha hecho muchísimas putadas y le he perdonado todas y cada una de ellas, y seguiría haciéndolo. Él es mi hermano, mi persona especial, mi todo, no podría no perdonarle porque le quiero más que a mi vida, ha sido así siempre y no creo que vaya a cambiar.

Quizá a Pedri le haya pasado algo así, quizá necesite apoyo, pero tengo claro que el mío no es. Al final solo somos dos personas que han follado y ya, no tenemos tanta confianza como para que yo le pregunte si está bien cuando es visible que no lo está.

Entramos en su casa y cojo mi móvil de dónde estaba junto con mis llaves del coche. Me debato levemente entre sí encenderlo aquí o irme a casa para dejarle espacio. Lo miro levemente, está moviéndose de aquí para allá, sirviéndose un vaso de agua.

-Mmm, ¿Prefieres que me vaya?- pregunto un poco más tímida que de costumbre, me aterra la respuesta.

-Como prefieras.- se encoge de hombros de manera indiferente que me confunde todavía más.

Vamos a ver, Maia, es obvio que no te quiere aquí, déjate de boberías.

-Tengo que irme igual, nos vemos.- no espero respuesta y salgo de la casa dirigiendo mi maleta a mi coche. La guardo en el maletero y comienzo a conducir hasta apenas unas manzanas más allá para poder ver mi móvil agusto y que a la vez se piense que me fui.

Lo enciendo temblando y con la respiración pausada. Cuando la pantalla brilla ante mis ojos, miles de notificaciones empiezan a llegar. De las que más tengo son de Tom, seguido de Josh y de Peter, mi jefe. Decido entrar primero al chat de Tom.

Tomsito🍂

Maia, ¿Qué coño?

Maia contesta

12 llamadas perdidas

Vale, Peter está muy cabreado,
así que haz el favor
de contestar de una puta vez
y decirme dónde estás.

30 llamadas perdidas

20 videollamadas perdidas

Maia, hace tres días que no
sabemos nada de tí. Peter
está amenazando con despe-
dirte y buscarse otra, vuelve.

Estoy tan desesperado que
he ido hasta a buscar al estúpido
de tu novio. Está que se trepa por
las paredes, también te está buscando
cómo un loco. Dice constantemente
que es su culpa, pero no quiere
contarme el porqué.

60 llamadas perdidas

Maia, mañana hace una semana.
Solamente quiero asegurarme
de que mi mejor amiga está bien,
por favor, te suplico que vengas
para volver a joderme la vida
cómo solo tú sabes.

Si de verdad fue mi culpa, lo siento.
Te quiero mucho, Mai.

Ese es su último mensaje, es de ayer por la madrugada, y me parte el alma. De verdad dejé todo por un momento de libertad, soy gilipollas.

(...)

Introduzco la llave con el corazón en la boca, planteandome si dar la vuelta y dejar por fin esta parte de mi vida. Pero, ¿Por quién? Pedri es pasajero, no voy a arriesgar algo de años por algo pasajero. ¿Pasó? Sí, pero creo que podré ocultarlo bien, o eso espero.

Entro en el apartamento y no me da tiempo a hablar cuando los brazos de Josh me envuelven mientras él llora encogido en mi pecho.

-Lo siento mucho mi amor, es todo mi culpa. Lo sé, te lastimé y huiste por miedo, lo sé y lo siento. Estoy tan arrepentido, te prometo que esto no volverá a pasar.- me ruega entre lágrimas, hipidos y mocos. Está un poco más pálido que la otra vez, parece que no ha dormido en dos días.

-Tranquilo, ya está.- me limito a decir porque un perdón no puede salir de mi boca, así como un te perdono menos.

Lo obligó a distanciarse de mí y me permito por fin analizarlo por completo. Tiene unas grandes bolsas bajo los ojos, los labios cuarteados y el pelo despeinado. Lleva una ropa cualquiera, muy poco propio de él. También me permito analizar el apartamento, que está repleto de papeles que reconozco muy bien, son canciones. Estas están acompañadas de su guitarra negra, dándome una pista que su única manera de despejar la mente era la música.

-No puedo perdonarte eso Josh.- le digo por fin.

-Pero mi amor, necesito que.- me dice y yo lo callo.

-No, no necesitas nada. Haberlo pensado antes de ahorcarme.- inconscientemente pongo mi pelo un poco más para alante, tapando los chupetones que el canario me hizo.

-Pues más que sea déjame demostrarte lo arrepentido que estoy, y ya luego tú decides como actuar sobre de eso.- me ruega acercándose a mí con sus ojos suplicantes.

Y me lo pienso muchísimo, no lo voy a negar. La idea de no perdonarlo y seguir con mi vida es tentadora, pero no puedo tirar por la borda una relación de años por… Por él. Porque sí, mentiría si dijera que el canario no se ha colado en mi corazón. Quizá poco, pero lo ha hecho, y puede hacerlo aún más, pero no pienso permitir arruinar toda mi vida por algo que no sé si irá a resultar.

-Está bien.- termino de pronunciar antes de sentir sus labios sobre los míos.

......................................................................

Buenas noches mi gentee.

No se enfaden con Maia, poco a poco irá cambiando sus pensamientos y demás, pero es parte de la historia que esto pase así. 🫶

Voten porfis.

Los cheruuu.
Se despide,
-G.






Efímero ✈  Pedri González.Where stories live. Discover now