«Asane debe huir de un peligroso grupo de mercenarios que quiere convertir sus habilidades en un arma de destrucción»...
En un mundo fantástico, una niña de 13 años despierta un poder que todos consideraban un mito. Debe huir a Ashai, donde los Ahum...
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SIANA
Teníamos todo el día para resolver el examen. Antes de que pusieran el examen sobre mi pupitre, creía que iba a ser una simple hoja con un par de preguntas, pero eran cinco y cada página tenía diez preguntas. ¿A caso iba a responder algunas al menos? ¿Tenía sentido que una traidora hiciera los exámenes? ¿Qué pasaría si descubrían lo que había hecho, que intenté matar a Asane?
La miré. Ella estaba ubicada a dos metros de mí, al lado izquierdo. Su pelo largo y negro cubría su hoja; era como si llevara una toalla en la cabeza. Se veía concentrada. Las últimas noches habíamos estado estudiando juntas y si no entendíamos, íbamos junto a Alesi, que se encontraba detrás de mí. En frente, estaba un chico velamarilla y en el lado derecho estaba Sam, el velaroja.
Espero que pasen el examen, pensé.
¿Por qué me preocupaba por ellos? Yo era una Hija del Silencio, no me educaron para...
Mi madre sí.
Una regla golpeó mi pupitre. No me habría dado cuenta por el sonido, solo por la vibración. Un maestro me estaba hablando, pero le hice una señal. Entonces comprendió y se disculpó en lengua de señas. Era muy malo, pero al menos lo intentaba.
—No lo sabía —dijo, moviendo las manos como un mono con piojos—. Te estaba diciendo que no mirases a los costados. Si te pillan, te expulsan.
Asentí y se fue hacia el frente.
El lugar donde estábamos, se llamaba La Recepción y era la planta baja de la Torre de la Vela. Era, sin duda, el edificio más grande al que había entrado; incluso más que el palacio de Hiala o el Castillo de Sombrasblancas. Los elaníes sí que hacían las cosas monumentales.
El lugar me hacía sentir como si fuera una simple hormiga atrapada dentro de un baúl. Las paredes eran tan altas que mirar el final por mucho tiempo me hacía doler el cuello y el interior estaba decorado con varias estatuas de figuras religiosas. En el fondo, dos cuartos pegados a las esquinas, supuestamente señalaban las escaleras que llevaban a la siguiente planta y unos ahumadores uniformados nos miraban como si fuéramos animales de...
Concéntrate. El examen, Siana. No debes dejar sola a Asane. Debes hacer esto por ella.
Miré de nuevo la primera hoja.
«Cita, con ejemplos, los tipos de comportamientos acordes con cada tipo de ahumador.», decía la primera de las preguntas.
Fácil. Lo había estudiado en el Libro de Omon, aunque no sabía que era algo tan importante. ¿A caso Omon había probado que ambas cosas se relacionaban? Yo estaba muy escéptica sobre el tema, pero todos los elaníes parecían apreciar mucho a ese Devoto erudito.
La segunda pregunta de la primera página era también al respecto de la ahumancia.
«Nombra los movimientos de defensa más comunes en el Arte del Daeini.», decía la primera de la segunda hoja. Al parecer cada página tenía una temática.
