The Trash Doll.

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Ron era un mayordomo que trabajaba en la finca Henituse por varios años, había llegado después de haberlo perdido todo, contando a su esposa, hermanos y sobrinos. Sin embargo, le quedaba su hijo de diecisiete años.

Se sentía en deuda con el Conde Henituse.

En aquel entonces él y su hijo estaban hambrientos, y sobre todo deseosos de venganza, sin embargo, no tenían nada como para hacer algo. Ningún noble se detuvo a mirarlos, pero apareció Deruth Henituse, quien le extendió la mano y les dio un hogar para sobrevivir.

Deruth Henituse tenía un gran corazón, un corazón iluso pero grande. Aquel hombre cometía muchos errores y era burla de la nobleza Ruana. 

Uno de ellos era 'la muñeca de la basura'.

El día en el que llego a la finca, a nadie le gusto.

Estaba completamente embarrada de barro y era hedionda. Desconocía lo que era la higiene y no permitía que nadie la tocara. Poseía unos moretones negros por todo su cuerpo y más de una cicatriz en su piel.

Por si fuera poco, aquella criatura no tenía voz, era muda.

"Ron, desde ahora te ocuparas de ella." 

El Conde Deruth tenía una mirada protectora por la sucia criatura. Aquella niña, miraba fijamente el suelo, sus ojos estaban como si ella estuviera muerta, pero, aun así, respiraba.

"Si, Señor."

Ron se inclinó y chasqueo la lengua internamente. El instinto de Ron, le indicaba que ella era un problema enorme. Un problema que él tenía que ocuparse.

"La he decidido adoptar como mi hija." continuó.

La benigna sonrisa de Ron se congelo por unos minutos.

'Esto es una mier*a.' 

Una niña de los barrios bajos no podía ser un noble. Incluso si la patrocinaba o era hija ilegitima sería el objetivo de burlas de todos, incluyendo de los que no tenían ningún poder en el reino de Roan.

"Cale Henituse..."

Ron se estremeció al escuchar su nombre, sus ojos empezaron a analizar a la niña, ni siquiera se había limpiado la cara cubierta de mier*a o se había dignado a mirar el lugar en el que se hallaba.

"Dime querida, ¿Te gusta ese nombre?"

Deruth le sonrio paternalmente, mientras acariciaba su cabello desordenado. 

La niña se estremeció ante su tacto, pero asintió fervientemente con la cabeza. 

"Prepara una habitación para ella mientras se baña y... ¡Ah! Pídele a Beacrox que cociné algo para ella, me di cuenta de que le gusta mucho su cocina."

"Si Señor." 

Una sirvienta se acercó para tomarle la mano. Pero de inmediato, la niña retrocedió lo más que podía, no paraba de temblar, el mayordomo pudo ver como tenía miedo en sus ojos. Ron frunció ligeramente el ceño.

'¿De dónde el Maestro saco a esta pequeña cachorrita callejera?'

"Es muy tímida, apenas deja que le toque la cabeza." 

Ron observo a su maestro con un poco de lastima por su inocencia. No era tímida, eso era un hecho. 

"No puede hablar." continuó Deruth, mientras que la observaba con ojos compasivos. "Ron, asegúrate que tenga una pluma, tinta y una hoja. Sabe escribir."

"Me aseguraré de que siempre lo tenga a mano." 

Ron observo como la niña seguía retrocediendo, no solo de la sirvienta, sino que también de los caballeros y de los demás sirvientes. 

The Trash Doll.Where stories live. Discover now