La princesa Anneliese nació el 12 de diciembre de 1494, sí tan solo unos meses después de la llegada de su futuro amor.
El qué parecía ser un hermoso día en su gran Imperio, el Imperio Francés, pronto se convertiría en su martirio. Anne, cómo solían...
Una celebración se llevaría acabo, la más importante en toda la historia de la corona francesa.
Después de ser abolida la ley sálica (la cuál no permitía reinar a las mujeres) por el rey Arthur XII, su hija la princesa Anneliese ascendería al trono francés.
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La ceremonia empezó el 30 de agosto con una procesión que incluía a varios jefes de estado y nobles tanto franceses como extranjeros, partiendo del Palacio de Louvre y atravesando las calles de Francia hasta llegar a la Catedral de Reims, donde tendría lugar la ceremonia de coronación.
La futura reina llevaba un vestido en el que se habían bordado los emblemas forales del país y la famosa capa de terciopelo y armiño.
Tras realizar una plegaria, Anneliese se inco en el altar y los obispos le entregaron los objetos religiosos (la Biblia, una patena y un cáliz) y los símbolos del poder real: la corona de, las espadas y cetros ceremoniales y el orbe real.
— Repita después de mí. — El obispo le habló a una joven nerviosa para qué dijera las palabras de juramento.
— Yo Anneliese juro solemnemente defender la ley y la Iglesia, prometo gobernar los pueblos del Imperio Francés así como sus posesiones y demás territorios pertenecientes a cualquiera de ellos de acuerdo con sus respectivas leyes y costumbres. — La joven princesa repetía las palabras qué el obispo aun lado de ella le iba diciendo hasta terminar.
— ¿Mantendrá con todo su poder las leyes de Dios y la verdadera profesión del Evangelio? ¿Mantendrá en el Imperio Francés la religión cristiana reformada y establecida por la ley? ¿Mantendrá y preservará la Iglesia de Francia, su doctrina, culto, disciplina y gobierno tal como establece la ley? ¿Y preservará a los obispos y clérigos y a las iglesias a su cargo todos los derechos y privilegios que por ley les están reconocidos? — El obispo preguntaba ante la atenta mirada de la princesa.
— Lo prometo. Todo lo que hasta aquí he prometido lo cumpliré y guardaré con la ayuda de Dios. — Respondió Anneliese, dejando atrás su vida, dejando atrás su antigua religión, dejando enterrada tres metros bajo tierra a la Sultana Malhun Rabi'a Dilaşub.
— Aquí está la sabiduría; esta es la verdadera Ley, esta es la palabra viva de Dios. — Gritó levemente el obispo para entonces todos reconocieran a la nueva reina.
Entonces la nueva soberana es aclamada por los presentes en la catedral.
— "¡Dieu sauve la reine!" "¡Vive la reine Anneliese!" ( “¡Dios salve a la reina Anneliese!” “¡Larga vida a la reina Anneliese!”) — Gritaban todos los presentes cuándo la reina fue coronada.
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Y así un 30 de agosto de 1515 con tan solo 20 años de edad, la princesa Ingrid Anneliese Constance Christina Victoria De Valois era coronada como la Emperatriz de Francia, la primer mujer en lograrlo.
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El sultán Selim y la sultana Hatice se encontraban felices por ella, sabían qué nunca más volvería a sufrir pues el mismo sultán se encargaría de eso.
