Chapter 4.

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2 semanas después.

La sultana Hafsa se encontraba en los jardínes junto a su hija Hatice y su dama de compañía Daye, disfrutando de una fresca tarde.

- ¿Quién es esa muchacha, Daye? - Preguntó la sultana con enojo cuándo vió a una joven castaña recoger flores del jardín pues salir del palacio estaba prohibido para las concubinas.

- Era un regalo del Khan de Crimea para el sultán Selim, pero es muy joven así qué el sultán se la ha regalado a nuestra alteza. - Respondió Daye con la información qué ella sabía.

- Al parecer mi hermano quería arreglar sus indiferencias con el. - Dijo con cierta burla en sus palabras.

- Su cabello es bonito. - Mencionó la joven sultana, recibiendo una sonrisa por parte de su madre.

- Daye traela, quiero conocerla. - Ordenó la sultana Hafsa recibiendo una reverencia por parte de la cariye para después ir hacia la joven.

Anneliese por su lado estaba muy concentrada en tomar las flores más bonitas; por lo qué cuando la mujer de aproximadamente unos 35 años se acercó a ella, se asustó.

- Dios bendito me ha dado un susto, señora. - Dijo Annelise cuando se calmó con una sonrisa divertida, la cuál borro al no ver expresión por parte de la mayor.

- Ven conmigo, la sultana Hafsa quiere conocerte. - Dio una media vuelta para caminar hacia su sultana.

La princesa asintió dándole la flores qué había recogido a la Kalfa qué la había acompañado, quedándose solamente con una. y después siguió a la mayor.

- ¿Quién es la sultana Hafsa? - Preguntó curiosa Anneliese, sorprendiendo a Daye por la forma en qué hablo en su idioma.

- Es la madre de nuestro príncipe Süleyman. - Respondió sin facción alguna.

Una vez qué llegaron hacia el pequeño toldo en el qué la sultana se encontraba Anneliese fue más rápida e hizo una reverencia, sorprendiendo a las presentes.

- ¿Cuál es su nombre, señorita? - Preguntó la madre del príncipe aún sorprendida.

- Anneliese, su majestad. - Respondió la joven cabizbaja en señal de respeto.

- Lindo nombre. - Hatice hablo está vez con una sonrisa, pues supuso qué aquella joven era de su edad.

- ¿Cuántos años tienes? - Preguntó nuevamente la sultana.

- Dieciocho años su majestad, recién cumplidos. - Respondió Anneliese, sabía qué una interrogación había llegado después de mucho.

- Nos llevamos 4 años, madre. - Hatice dijo mirando a la joven frente a ella.

 - Hatice dijo mirando a la joven frente a ella

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- Alza tú cabeza, quiero conocerte. - Ordenó, Anneliese sin dudar lo hizo haciendo qué las mujeres ahí se sorprendieran ante su belleza, sus ojos verdes fueron los qué resaltaron ya qué la luz estaba en contraria a ella.

- Allah bendito, jamás había visto unos ojos así de hermosos. - Hatice se encontraba maravillada.

- Anneliese, mi hija Hatice tiene razón, eres hermosa. - La sultana halago a la joven haciendo qué está se sonrojara.

- Gracias majestad. - Anneliese dijo con ciertos nervios en sus palabras.

- ¿Cómo es qué sabes hablar nuestra lengua? - Dijo curiosa la joven sultana.

- Me gusta mucho aprender diferentes idiomas, uno de ellos fue el turco-otomano. - Respondió mirando a la sultana Hatice con alegría.

- Malhun. - Susurro levemente la sultana Hafsa haciendo qué las presentes la mirarán. - Tú nombre de ahora en más será Malhun en nuestras lengua significa "poema" y a mi hijo le gustan los poemas.

 - Tú nombre de ahora en más será Malhun en nuestras lengua significa "poema" y a mi hijo le gustan los poemas

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- Me gusta mucho sultana.

- Daye. - La sultana mayor llamó a su dama de compañía.

- Diga mi sultana. - La cariye se acercó a ella.

- Prepara a Malhun para está noche, irá a los aposentos de mi león. - Esto sorprendió a la joven más no dijo nada.

- Cómo desee sultana. - Daye dijo con seriedad.

Sin más se acercó a la muchacha para tomarla del brazo, haciendo una reverencia y marcharse de ahí para prepararla.

Después de eso el príncipe Süleyman llegó con su madre y hermana para hacerle compañía, mientras Ibrahim tocaba el violín.

Un día bastante complicado estaba siendo para el príncipe, pues su padre había intentado matarlo con un kaftan bastante hermoso.

Pero Malhun sería quién lo levantaría de aquella tristeza.



























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𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑 | Sultɑ́n Süleymɑn Where stories live. Discover now