Los 71° juegos del hambre están por comenzar, los tributos están listos para luchar. Alice Moon en una de ellos, una niña de tan sólo 12 años de edad con ninguna habilidad aparente y mucho mas débil que los demas tributos. Pero de lo que está segura...
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Alice se reunió con Haymitch quien a su vez estaba con Effie. En silencio se unió a ellos, Effie estaba emocionada por el desfile no paraba de decir que sus tributos habían sido los mejores ese año y Alice le daba un poco de razón, el fuego llamo la atención de muchos Capitolinos y no tardarían el conseguir patrocinadores.
Esperaron a que Peeta y Katniss bajarán de la carroza. Después aparecen Cinna y Portia, que los ayudan a bajar del carro y les quitan con cuidado las capas y los tocados en llamas. Portia los apaga con una especie de bote con atomizador.
—¡Lo han hecho de maravilla! —exclama Effie aplaudiendo ligeramente.
—Bien hecho, seguramente han conseguido algunos patrocinadores y si no Alice puede encargarse de ello. ¿Cierto, cielito?
—Si ya me encargaré de eso —responde Alice entre dientes.
—¿Cómo consigue patrocinadores? —pregunta Peeta curioso, una vez que han emprendido camino a los departamentos.
—No te importa —dijo sin más.
Entraron al elevador y ya dentro Peeta no vuelve a insistir. En silencio suben a penthouse que les corresponde al ser el del distrito doce.
—Ustedes son muy afortunados, les tocó el penthouse.
—Tan afortunados que morirán pronto —murmuro Alice, que para su suerte nadie la había escuchado —. Quitense el maquillaje y tomen una ducha.
—Los esperaremos a la hora de la cena —completo Effie.
Ni Peeta ni Katniss estaban prestando atención, ambos miraban anonadados el lujoso lugar, lo miraban como Alice lo miro una vez ahora unos años después solo le causaba repulsión, asco, quería irse de ahí lo más pronto posible. Suspiro pesadamente y se dirigió al bar su lugar favorito.
Pidió algo de licor para a olvidarse de sus penas, Haymitch llegó después de unos minutos.
—Es muy temprano para tomar —dijo Haymitch pidiendo algo de alcohol.
—Claro, mira quién lo dice. Supongo que vienes a tomar agua.
—Si vengo a tomar agua, con un poco de alcohol.
—Que saludable —ironizo Alice.
Haymitch rio. Alice rodó los ojos y pidió otra copa, no tomaría demasiado o al menos no lo suficiente como para perderse, tenía trabajo que hacer.
—Mañana empiezan los entrenamientos —informa Haymitch, esperando la reacción de la rubia.
—No quiero ir —murmuro, pero había algo diferente en su tono de voz. Alice se caracterizaba por ser alguien fría que nunca mostraba sus sentimientos. Y ahora parecía que estaba a punto de llorar, de quebrarse, de dejar que sus emociones salieran.
Haymitch la entendía, cuando los tributos están entrenando los mentores tienen todo ese tiempo para conseguir patrocinadores. La gente rica del Capitolio se reúne en un mismo sitio, un lugar donde se pueden ver los juegos y dónde los mentores supervisan a sus tributos y dónde hacen sus maniobras para ayudarlos. Y dado que los juegos aún no habían comenzado esos días son prácticamente una fiesta para ellos, aunque los mentores aprovechan el tiempo y logran hacer algunos negocios en favor de sus tributos.
