Capitulo 11

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Nota: Recuerden las advertencias.

Rosa

Existe un dicho que asegura que por fuera todo parecerá color de rosa, pero que apenas cruzas los muros y te adentras a lo mas profundo, lo bonito se convertirá en feo, la luz se volverá oscuridad, la felicidad será reemplazada por la tristeza.

Nadie sabe lo que ocurre tras de cuatro paredes, nadie puede tener la sabiduría para asegurar como son las cosas cuando no se han detenido a inspeccionar el interior.

Una gran mansión con bastante naturaleza a los alrededores puede parecer el lugar perfecto para descansar, alejado de los ruidos de la civilización, de los problemas del exterior, pues bien, eso puede ser nada mas que una fachada para disfrazar el lugar donde un demonio se oculta y puede actuar sin el temor de ser descubierto.

En el interior de este sitio se encuentran demasiadas personas, pero ninguna de ellas tiene la valentía para hablar, para detener las atrocidades que suceden muy cerca de ellos; después de todo, no existe un solo individuo que no tenga un punto débil.

Las ganas de actuar se arremolinan en mi corazon, en mi mente, en mi ser; el querer salir corriendo y detener al líder de una manada llena de hipócritas, una que ahora es la causa del castigo de una joven chica que le arrebatan todos sus sueños.

Nunca he tenido el suficiente valor para actuar, desde que fue consciente de cada atrocidad que cometía el Alpha no pude hacer nada para detenerlo, no puedo hacer que pare, no cuando miles de guardias respaldan el sitio donde mantiene cautiva a una jovencita de pelo rojo.

- ¡¡¡AYUDA!!!, ¡¡¡AYUDA!!!, ¡¡¡ALGUIEN QUE ME AYUDE!!!

Mis manos se forman en puños, mis ojos se nublan al distinguir el dolor en sus gritos, los destrozos que de seguro le esta causando en estos momentos.

Miro a mis alrededores, admirando como las demás personas del servicio se alejan de este pasillo, buscando de alguna forma no poder escuchar los gritos, las pedidas de auxilio. Siempre es ase, desde aquel día en que la encerró en las mazmorras, desde aquel momento en que su infierno fue aun peor.

- PARA,¡ PARA!...¡¡PARA!!, ¡¡¡PARA!!!

Una mujer de ya edad en un pasillo, siendo la única que no puede abandonar a la joven prisionera, siendo la unica que se quiere castigar por no poder actuar, por no poder hacer que su dolor pare.

Se podría decir que al ser mayor tengo autoridad, pero la edad no es nada comparada con la fuerza, una que los guardias poseen, pero que esa no es nada comparada con la de nuestro líder. 

¿Así que es lo único que me queda por hacer?

No huir de la culpa y de alguna forma al menos sentir su sufrimiento.

No se cuantos minutos pasan, cuantas horas si es que llegan a transcurrir, solo se que una vez que ese hombre entra, solo sale cuando el temblor por mi cargo de conciencia se hace presente, mostrando una sonrisa que nadie se imaginaria que su causa serian la tortura que le realiza a una joven de 16 años.

Sus pasos se escuchan por el pasillo, hasta que se hacen nulos, avisando como ese ser se encuentra enfrente de mi persona.

- bueno, nunca pensé que fueras tan persistente de mantenerte en este sitio todos los días - la burla se hace notar en su tono de voz, pero aun así decido no contestar - sigo sin entender tus acciones, pero que puedo hacer, después de todo fuiste la empleada que mi antigua Luna mas quiso.

Y por ello estoy condenada.

- Alpha, ¿no le parece que ya es momento de dejar salir a la muchacha? - decido preguntar mientras levanto mi rostro para observarlo.

BetaWhere stories live. Discover now