Midnight rain || Mick Schumacher

Capítulo 24

Andrea estaba en el motorhome de Alfa Romeo viendo la carrera de la Fórmula 2 de reojo, siempre lo negaba pero veía cada una de las carreras de Formula 2, no se perdía ninguna sin importar nada. Mick había quedado 3ro en ambas carreras, en la larga había empezado de en el quinto puesto y en la corta en el sexto.

Llamenlo impulso de idiotez pero cuando Andrea iba caminando a la salida del paddok y vió a Mick caminando solo, no pudo evitar acercarse para felicitarlo.

–Hey, estuviste bien en la carrera.– dijo Andrea, estuviste bien en la carrera? No se te ocurrió algo más creativo?, pensó la mexicana regañandose mentalmente.

–Gracias, aunque se que lo puedo hacer mejor.– dijo el alemán con una sonrisa.

–Tal vez, pero tampoco te puedes terminar quemando por tanta presión.– dijo Hernández sonriendo dándole una palmada en el hombro.

–Te veo por ahí, Mick.– dijo la mexicana despidiéndose antes de que el alemán dijera algo.

Se esperó a avanzar unos metros antes de sonreír, se sintió bien hablar con el.

Llegó a la casa que había rentado y se acostó en la cama, se quedó dormida una hora y cuando despertó se puso a hablar con Joe hasta las siete de la noche que empezó a llover.

–¿Entonces ahora ya no te cae mal?– preguntó Joe.

–La verdad es que eso creo, tampoco es que lo haya podido odiar en algún punto, solo me sentía mal al respecto.– dijo Andrea acomodando sus lentes.

–Siendo honesto, yo creo que tuvo un buen motivo, no creo que lo haya hecho solo para hacerte sentir mal. Es decir, me contacto para que te diera ese collar, no tendría sentido.– dijo el estadounidense.

En cuanto terminó la llamada con Burrow se acomodo y siguió viendo su teléfono unos minutos hasta que se aburrió.

Andrea se quedó leyendo las crónicas de Narnia, empezó a hacer frío así que agarró una cobija y se envolvió en ella mientras seguía leyendo.

Estaba tranquila leyendo disfrutando el sonido del goteo de la lluvia hasta que unos toques en la puerta llamaron su atención, ¿Qué loco viene con esta lluvia?, Pensó parándose, seguía envuelta con la cobija

Abrió la puerta lentamente para encontrarse con la última persona que esperaba encontrarse. Mick estaba escurriendo de la lluvia, había un pequeño techo que cubría la entrada a la casa y el alemán temblaba por la lluvia.

–Estas loco.– dijo la chica sorprendida pero con una sonrisa al verlo ahí parado.

–Han sido unos largos seis meses y estaba muy nervioso como para decirte que te quiero. Te quiero para bien o para mal, Andy, se que rompí tu corazón, ahora voy a repararlo, te esperaría por siempre jamás. Recuerdo como éramos antes con fotografías en cuadros, de besos en las mejillas. Y perdí la cabeza cuando te deje sola y nunca te dije porque, y así es como funciona, así es como te perdí. Por eso déjame reparar lo que dañé porque en estos seis meses no me había sentido tan mal como ahora, déjame recuperarte, déjame volver a regalarte flores cada que estabas triste, déjame volver a esos momentos cuando teníamos citas cada dos semanas, déjame volver a llenarte de besos y regalos aunque tú odies que te regalen cosas caras, déjame volver a hacerte mis regalos cursis aunque finjas que no te gusta y trates de ocultar tu sonrisa. Porque Andy, desde que te conozco no he podido siquiera pensar en otra mujer, porque con solo verte, abarcas cada uno de mis pensamientos. Se que te dañe y lo siento con todo mi ser...– dijo Mick viendo a Andrea a los ojos.