Midnight rain || Mick Schumacher

Capítulo 18

Andrea estaba preocupada, el COVID estaba esparciéndose por todos lados, si seguían así probablemente retrasarían la temporada y ella ya moría de ganas por volver a conducir su monoplaza.

–¿Mick te contesto el mensaje? El que dices que le enviaste por el collar.– preguntó Charles, estaban acostados en la sala de estar del monegasco, ambos estaban algo decaídos por la idea de que recorran el inicio de temporada.

–Mmm...nop, pero ni me lo tomo personal, capaz que no tenía nada que decir.– dijo Andrea con simpleza.

–Capaz.– dijo el monegasco asintiendo.

–¿Tu vas a seguir con Ferrari, no?– preguntó Hernández.

–Sip, el contrato es de 5 años.– respondió Leclerc.

–Wow, mi contrato con Alfa Romeo termina este año, en parte lo agradezco porque el carro no está para convertirme en campeona del mundo, pero me da miedo que ningún otra escudería me quiera.– dijo la mexicana frotando sus sienes, este año se tenía que lucir.

–Eres buena, de seguro ya hay escuderías que están analizando tu desempeño.– dijo Charles intentando tranquilizarla.

–No se, pero estoy segura de que puedo descartar Red Bull, Horner me odia.– dijo Andrea soltando una carcajada.

–¡Ya se! Siempre se la pasa hablando de porque no deberías de estar conduciendo en Fórmula 1.– dijo Leclerc acompañando las risas de Andrea.

–"La Fórmula 1 no es para niñas, solo lo ven por los pilotos guapos."– dijo Hernández imitando a Christian Horner.

Siguieron burlándose del jefe del equipo Red Bull hasta que una llamada llamó su atención.

–No es mi teléfono, debe de ser el tuyo.– dijo Charles.

Andrea buscó su teléfono hasta que lo encontró en el sillón, sus ojos se abrieron de manera excesiva al ver el nombre en pantalla.

Micky 💛

–¿¡Qué hago!?– preguntó Andrea.

–Contesta, idiota.– dijo Charles con obviedad.

–Si.– dijo la mexicana contestando.

–Hola.– dijo sonriendo en cuanto contestó.

–Hey.– dijo Mick del otro lado de la línea, solo pensaba en lo idiota que fue al haberla llamado tan inesperadamente, pero había querido desde que escucho su voz en el buzón.

–Amm... cómo estás?– preguntó Andrea sin saber que decir, parecían adolescentes.

–Am...bien, tuve que venir a Mónaco a checar unos asuntos y ya no pude volver a Suecia, por la contingencia y eso.– dijo el alemán, se había quedado en un trance al escuchar su voz otra vez.

–Oh, que mal, la contingencia está poniéndose peor.– dijo Hernández, está llamada no tenía asunto pero ninguno quería colgar con tal de seguir escuchando sus voces.

–Si, y tú cómo estás?– preguntó Schumacher.

–Bien, algo cansada con todo esto pero bien.– dijo Andrea intentando ocultar su sonrisa.

–Oye amm... ahora mismo estoy en Mónaco y me voy a quedar por un tiempo y...no se, tal vez podríamos vernos.– dijo Mick con miedo a su respuesta.

–¡Si! Amm...digo, si, estaría bien.– dijo la mexicana en un intento de ocultar su emoción.

–Genial, cuando quieras quedamos.– dijo Schumacher sonriendo.

–¿Estás disponible hoy? No tengo nada que hacer.– dijo Hernández, Charles la vió ofendido al escuchar eso.

–Si seguro...solo que no conozco tanto como tú...–

–No te preocupes, te puedo mandar la ubicación de un restaurante, yo invito.– dijo Andrea sonriendo.

–Andy...tu sabes que no me gusta eso.– dijo Mick.

–Me da igual, está vez yo soy la que te invita a ir y la que paga.– dijo la mexicana con firmeza.

–Bien.– acepto Schumacher a regañadientes pero con una sonrisa, cómo había extrañado esos momentos.