Capítulo 11

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–Tu sabes porque.– dijo Andrea despegando su mirada de la de Mick y viendo el piso.

–Se tus razones pero sigo sin entenderlas.– dijo Mick recargando su cabeza en la de Andrea.

La extrañaba más de la cuenta, pero trataba de entenderla, obviamente ella la tenía más difícil que cualquier otro piloto pero eso no quitaba el que le doliera dejarla ir, pero si amas a algo estás dispuesto a dejarlo ir si es lo mejor, se repitía a si mismo todo el tiempo, era lo mejor?

–Lamento que tengas que pasar por esto, de verdad que extraño hablar contigo 24/7.– dijo la mexicana con la voz rota, eso también le dolió a el. Saber que el no era el único roto.

–Esta bien, de todo se aprende, no? Además, no me podría enojar contigo, ni ahora, ni en un millón de años.– dijo el alemán abrazándola.

Ambos soltaron un suspiro al sentir la cercanía del otro, paz, era lo único que estaba en sus mentes en ese momento.

–Tal vez...no era nuestro momento, dicen que las personas destinadas siempre se encuentran. Y te puedes enamorar de otras personas, no me lo tomaré personal pero si rompen tu corazón como los amantes lo hacen, recuerda que te estaré esperando.– dijo Andrea fijándose en la mano de Mick, aún llevaba su anillo de promesa.

–Espero que así sea. Pero no me quiero enamorar de nadie más, porque solo tengo ojos para ti y tus locuras.– dijo Mick fijándose en la clavícula de Andrea, una cadena de plata con un anillo descansaba sobre ella, en el anillo se alcanza a leer una M. Parte de el dió un brinco al ver que todavía lo llevaba.

–Esta es la primera página, no dónde la historia termina, Micky.– dijo Andrea sonriendo mientras se paraba.

Paso con delicadeza su mano por el cabello rubio de Mick y dejo un beso en su frente cerrando sus ojos intentando grabar en su mente lo cálido que era su toque. Y se fue, no se quería ir, se quería quedar ahí con Mick de por vida y pretender que solo existen ellos dos
...pero no hizo eso, al contrario, salió por la puerta y dejo a Mick con los sentimientos a flor de piel.

Dos veces seguidas que te vas... pensó Mick.

Andrea salió del cuarto y se recargo en la puerta con cuidado, por qué se seguía torturando de esa manera? Ella sabía que quería a Mick y que el la quería a ella, pero había algo dentro de su ser que le decía que no era suficiente y eso la asfixiaba, le dolió como la mierda haberlo visto ese día junto a María, pero ella lo había dañado a el, no era quien para exigir derechos.

Todo lo que conocía la guiaba de regreso a el, pero ya no podía seguir así, sobre todo porque ambos terminaban más lastimados. Su mente y su corazón le estaban jugando una mala broma, en parte sabía que ella sola se complicaba todo, nadie decía que no podía ser piloto y salir con Mick...pero tenía tanto miedo a las opiniones de los demás que dejó que la cegaran y terminará dónde está ahora.

Al salir de la casa de los Schumacher, Andrea buscó entre sus contactos a la única persona en la que confiaba lo suficiente para contarle sus problemas.

Puta madre Leclerc.– dijo al ver que no contestaba.

Tenía dos opciones, tomar un vuelo a Mónaco para contarle su crisis a Leclerc y quedarse ahí con sus amigos, o...tragarse todo y esperar hasta que iniciará la temporada. La segunda se escuchaba más sensata pero Andrea no tenía tiempo para eso, así que fue a su hotel a empacar todo rápido y se fue al aeropuerto a tomar el primer vuelo a Mónaco.

Midnight rain || Mick Schumacher Where stories live. Discover now