Capítulo 12

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Andrea llegó a Mónaco después de unas horas, se había pasado más de la mitad del vuelo llorando en silencio hasta que cayó dormida, en cuanto se bajó del avión se dió cuenta de que su idea más bien fue una estupiez pero ya que estaba ahí iba a aprovechar...por lo menos ahora estaba más calmada.

Tomó un taxi al departamento de Charles y cuando llegó soltó un suspiro antes de tocar la puerta. Espero unos segundos antes de escuchar el grito del monegasco avisando que iba en camino, en cuanto Charles abrió la puerta se quedó en shock al ver los ojos rojos de Andrea.

–¿Qué pasó?– preguntó preocupado dejando que Andrea entrará.

–La cague...otra vez, hice la estupiez más estúpida que pude haber hecho.– dijo intentando no soltarse a llorar otra vez.

–Andy...– dijo Leclerc con una mueca mientras la abrazaba.

Andrea sintió como las lágrimas volvían a empezar a caer, pero está vez no lo hizo en silencio, era una idiota y lo sabía. Sabía que no era justo lo que le hacía a Mick, el no se merecía que ella jugará con sus sentimientos de esa manera, se recordaba todo el tiempo, pero no lo podía evitar, de alguna manera siempre la terminaba cagando. Le contó a Charles la razón para que estuviera así y en cuanto terminó de hablar el monegasco la vió con lastima.

–Lo siento mucho An.– dijo Charles.

–No, no, no, por lo que más quieras no me veas con lastima. Yo la he cagado, yo fuí la idiota que se rompió el corazón sola, si alguien merece la lastima es Mick no yo.– dijo Andrea secando sus lágrimas con el dorso de su mano.

–Pero tu también lo estás sufriendo.– dijo Leclerc.

–Pero fue por una decisión mía, son las consecuencias de mis actos.– dijo la mexicana.

–Ok, cometiste un error, ya qué? El hecho de que haya sido un error tuyo no significa que no te puedas sentir mal por eso.– dijo el monegasco.

–Pero tengo que afrontar las consecuencias de mis actos.– dijo Hernández.

–Y lo estás haciendo, si no lo estuvieras haciendo estarías de bar en bar besándote con personas y viviendo la vida loca, pero no estás haciendo eso. Estás aquí en mi apartamento llorando como idiota, eso es afrontar las consecuencias de tus actos.– dijo Leclerc con su brazo en los hombros de Andrea.

–Supongo...– dijo Andrea recargando su cabeza en el hombro del monegasco.

–Por ahora te toca esperar, ya que estoy 70% seguro que por más que te duela no van a volver en este momento...te toca esperar a verlo felíz y a qué tú seas felíz. Y si el lo es antes que tú, te vas a alegrar como si fuera tu propia felicidad aunque te duela como los mil demonios.– dijo Charles.

–Porque cuando amas a alguien es suficiente con que ellos sean felices.– dijo la mexicana.

–Exacto...la verdad creo que tú y yo no estamos destinados al amor.– dijo el monegasco con una mueca.

–¿Por qué lo dices? Osea de mí lo entiendo, pero de tí? ¿Todo bien con Sof?– preguntó Andrea preocupada.

–Tengo que terminar con ella, si me odia mejor.– dijo Leclerc viendo el piso.

–¿Tienes?– preguntó la Hernández confundida.

–Vendo más estando soltero...– dijo Charles.

–Eso es una mierda, de verdad que si rompes con ella por eso eres un idiota.– dijo Andrea después de pegarle un zape.

–!Auch! ¿Lo dices tú? ¿Enserio?– se quejó el monegasco.

–Si, yo lo hice y mira dónde terminé.– dijo Andrea riéndose.

–Buen punto...no me quiero hacer más estúpido.– dijo Leclerc.

Ambos se voltearon a ver antes de estallar en carcajadas, sabían que estaban en el hoyo en cuanto al amor pero por lo menos se entendían entre ellos.

Midnight rain || Mick Schumacher Where stories live. Discover now