31

1.7K 145 37
                                    

CAPÍTULO TREINTA Y UNO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

CAPÍTULO TREINTA Y UNO

CAPÍTULO TREINTA Y UNO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—No lo puedo creer... —Murmuré, atravesando el jardín delantero con pasos tan suaves que parecía no estar avanzando—. Está todo tan diferente y tan igual al mismo tiempo.

El aspecto de la casa era lo que más me llamaba la atención. Fuese quien fuese el que vivió acá en el último tiempo, no la cuidó lo suficiente. Había dejado que se viniese abajo como si fuese una propiedad más y no un lugar cargado de recuerdos.

El césped estaba crecido, las plantas marchitas y los árboles secos. Poco y nada quedaba de lo que fue, de lo que recordaba. Había vuelto a Argentina unas cuantas veces en estos últimos años, pero había evitado pisar este lugar porque los recuerdos me abrumaban. Simplemente me limitaba a venir al pueblo para ir al cementerio y marcharme sin visitar ningún otro rincón que no fuese donde mi querida abuela descansaba.

Pero ahora estaba acá, delante de su casa. La casa a la que le había dedicado toda su vida, cuidándola, arreglándola para que no se marchitara como las flores del jardín.

—Le hace falta unos arreglos —Mencionó Neymar a mis espaldas, siguiéndome el paso—. Pensé en hacerlo por mi cuenta y traerte cuando la obra estuviese pronta, pero después creí que te gustaría participar en las decisiones, así que...

Me volteé para poder mirarlo. Sus ojos recorrieron mi rostro con parsimonia, guardándose cada detalle de mis expresiones. Había pensado en qué decirle, todavía no me salían las palabras, cualquier cosa me parecía poco ante tal gesto que había tenido.

¡Me estaba regalando la casa de la abuela! La casa donde pasaba mis veranos, la casa que fue mi hogar durante tres años, donde nos conocimos. La casa donde fui feliz. No sabía si él era consciente de lo que esto significaba para mí, si tenía la más remota idea de cuánto añoraba volver a entrar.

—Muchas gracias —Dije, acortando la distancia entre nosotros para darle un abrazo. Neymar me correspondió enseguida, envolviendo mi cuerpo con sus brazos, dejándome apresada contra su pecho—. Muchas gracias, negro, te juro que estoy muy contenta.

—Me alegro —Estaba segura de que estaba sonriendo a pesar de que no estaba viéndolo—. A mi me deja contento que tu estés feliz, vamos, entremos.

𝗧𝗶𝗹𝗹 𝗱𝗲𝗮𝘁𝗵 𝗱𝗼 𝘂𝘀 𝗽𝗮𝗿𝘁 | 𝗡𝗲𝘆𝗺𝗮𝗿 𝗝𝗿 | 𝗜𝗬𝗪𝗗 𝟮Where stories live. Discover now