SEGUNDA TEMPORADA DE "IN YOUR WEDDING DAY"
La familia perfecta se ve afectada por información que comienza a salir a la luz, ¿podrán Neymar y Julieta volver a enamorarse, sortear todas la dificultad y reelegirse para tener su final feliz? Hasta que...
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CAPÍTULO VEINTIOCHO
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Estaba terminando de guardar la ropa adentro de la valija. Mañana temprano viajaríamos hacia Uruguay por el cumpleaños de mamá y planeábamos quedarnos al menos una semana, aprovechando que el negro tenía las vacaciones de final de temporada. Todo lo que necesitaba era desconectarme del mundo unos días, este año habían pasado tantas cosas que no veía la hora de darles un cierre.
Además, moría de ganas de ver a mi madre y mis hermanos. Si bien nos manteníamos en contacto y hablábamos bastante seguido, incluso hacíamos videollamadas para que ellos pudiesen acompañar el crecimiento de Max, hacía casi un año que no les daba un abrazo, ni conversaba con ellos cara a cara.
Este año no festejé mi cumpleaños porque sentí que el momento no lo ameritaba. Tuve una cena tranquila en casa, con algunas compañeras de trabajo y el monito, pero mamá no había viajado, tampoco Eze ni Oli, no estaba de ánimos para recibir visitas por más de un par de horas. Así que este viaje era una celebración doble y yo estaba emocionada.
—Amor, deja eso un rato, después seguimos —Ney apoyó sus manos en mi cintura y tiró de mi cuerpo hacia atrás, dejando apoyada mi espalda en su pecho—. La cena ya está pronta, vamos a comer.
Apoyé la cabeza en su hombro y giré un poco el rostro para poder dejar un beso en su barbilla. Neymar había vuelto a casa antes de ayer, después de que se le bajara la fiebre y el médico diera el visto bueno para que retomara las actividades cotidianas, así que estaba aprovechando todo lo posible el volver a tenerlo dando vueltas por cada rincón de la casa.
Máximo también estaba contento, no se le despegaba ni un segundo. Cuando le dijimos que su padre volvería a casa se echó a llorar, luego rio, y después hicimos karaoke de Taylor Swift los dos. El monito era físicamente igual a su padre, pero tenía mi personalidad, y por supuesto que estaba creando a una mini versión swiftie como yo.
— ¿Ya guardaste tus cosas? —Pregunté, dándome vuelta y abrazándolo por el cuello.
—Si, está todo pronto —El negro afirmó su agarre en mi cintura, abrazándome fuertemente—. Te amo mucho ¿sabías?
