SEGUNDA TEMPORADA DE "IN YOUR WEDDING DAY"
La familia perfecta se ve afectada por información que comienza a salir a la luz, ¿podrán Neymar y Julieta volver a enamorarse, sortear todas la dificultad y reelegirse para tener su final feliz? Hasta que...
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CAPÍTULO VEINTISÉIS
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Asentí levemente con la cabeza y le ofrecí una sonrisa amable a la directora del colegio de Máximo por simple educación, sin detenerme a saludar. Mi equipo ya había coordinado todo para tener un sitio apartado, exclusivamente para aquellos que quisieran tomarse una foto conmigo y tener un autógrafo, así que no tuve que hacer ningún tipo de formalidad al llegar, simplemente dirigirme hacia el stand que me habían asignado.
Una leve fila de personas comenzaba a agruparse a las afueras del predio, esperando a que la seguridad del lugar les permitiera pasar, pero aún faltaban unos cuantos minutos para dar comienzo a la kermés. No era fan de estos eventos, aunque intentaba no perderme ninguno.
Cuando Davi era pequeño yo me perdía la gran mayoría de las cosas que organizaba su escuela por el simple hecho de que vivíamos en países diferentes, y porque vivía viajando de una localidad a otra por los partidos, razón que me impedía volar a Brasil tan seguido como me hubiese gustado hacerlo. Por eso ahora intentaba asistir a todos los eventos de Máximo, porque no había podido vivirlos con mi hijo mayor, y no había un solo día que no me arrepintiera por no estar tan presente.
Caminé con las manos en los bolsillos en dirección a mi stand, buscando con la mirada a Julieta y al monito. Les había prometido que iría con ellos tan pronto como llegara y quería que viesen que estaba haciendo las cosas bien, que volvía a cumplir mis promesas como al principio. Y que estos meses en los que fui un imbécil no volverían a repetirse jamás porque ya había aprendido la lección.
Mi mirada se detuvo en un par de personas a lo lejos, entrecerré los ojos para enfocarlos con cautela, dándome cuenta al instante de que eran Julieta y Dante. Di un par de pasos hacia adelante con la clara intención de dirigirme hacia ellos, más me detuve en el momento en que lo vi tomándola por la mejilla y dándole un beso.
— ¡Papá! —La voz de Máximo me obligó a apartar la vista. El monito venía corriendo hacia mí, siendo seguido por su amiga rubia—. ¡Viniste!
—Claro, ¿no te dije que iba a hacerlo? —Pregunté, haciéndole upa.
