Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Amor y Redención.

Capítulo 16.

La oscuridad dentro de Ron y reencuentro con Tonks.

Hermione P.O.V.

-Muy bien-todos mirábamos el guardapelo como si fuera una bomba mientras sosteníamos las varitas-¿quién va primero?

Nadie se movió. Finalmente, Neville fue el primero en dar un paso al frente.

-¡Confringo!

No pasó nada. El guardapelo salió disparado por los aires, pero se veía intacto. Normalmente, Neville era malo con los hechizos, por lo que pensamos que lo había hecho mal. Hasta que Pansy le siguió.

-¡Reducto!

De nuevo, nada. El guardapelo seguía intacto.

-¡Desmaius!

-¡Diffindo!

-¡Bombarda!

-¡Bombarda Maxima!

-¡Flipendo!

-¡Depulso!

-¡Incendio!

Nada, nada y nada. Harry se molestó tanto que siguió lanzándole hechizos verbales y no verbales al guardapelo aun cuando era obvio que esa cosa, al menos contra nuestras varitas, era indestructible. De hecho, pensé mientras examinaba el guardapelo con la esperanza de encontrarle un mínimo rasguño, si Kreacher, que era un poderoso elfo doméstico, no había podido destruirlo, ¿Cómo se supone que un grupo de niños podría?

-Dumbledore nos encomendó encontrar los horrocruxes y destruirlos, pero nunca nos dijo donde buscarlos y como destruirlos-dijo Ron que estaba de mejor humor que la noche anterior-¿no les parece extraño?

Nadie dijo nada. Mientras Harry recogía el guardapelo diciendo que teníamos que guardarlo hasta descubrir cómo destruirlo, yo pensaba en Dumbledore. Nunca me había dado cuenta de lo poco que se sabía sobre el mago al que juramos lealtad y por el cual nos estábamos jugando la vida en ese momento. Todos conocíamos sus hazañas: Profesor de Transformaciones, Director de Hogwarts, Grindelwald, la Orden del Fénix... pero nadie sabía a ciencia cierta que era de la vida privada de Albus Dumbledore, y él ya no estaba con nosotros para responder a esas preguntas. Entonces, pensé por un instante, ¿por qué nos envió a esta misión si no nos iba a dar detalles? Mientras reflexionaba sobre la misión de destruir los horrocruxes, me sentí mal por haber traicionado el juramento que le hicimos a Dumbledore. Él nos pidió que no le dijéramos a nadie más sobre los horrocruxes, y ahora casi doscientos alumnos sabían de su existencia y cerca de cien los estaban buscando, ocho de ellos murieron por buscarlos. Por eso Dumbledore no quería que le dijéramos a nadie. Porque él nunca habría mandado a sus alumnos a poner sus vidas en riesgo para detener a Voldemort. Si él hubiera podido, lo habría hecho él mismo... ¿verdad? ¿verdad que lo habría hecho? ¿verdad que no nos hubiera puesto en riesgo ni nos hubiera mandado al matadero? ¡¿verdad?!

-Hermione, ¿todo bien?-Katie me sacó de mis preguntas personales.

-¿Qué? ah, sí, sólo me quedé pensando...

-Tenemos que movernos. No podemos aparecernos así que nos tocará ir a pie.

-¿Adonde vamos?

-No sé. Pero Harry dice que debemos seguir moviéndonos para que Riddle y su banda de psicópatas no nos atrapen.