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Desde que recibió ese mensaje su corazón no ha dejado de palpitar ni sus orejas dejaron de escuchar aquel pitido, todo el viaje se sintió como un sueño, una pesadilla en la que sólo veía una y otra vez fuego, veía como la casa de Jungkook caía a pedazos mientras nadie podía hacer nada para rescatarlo. Estaba a nada de tener un paro cardíaco por el momento tan intenso que vivía.

En cuanto llego a la calle de su prometido vio las cintas de precaución, los bomberos ya habían llegado y también la policía, se le hizo muy extraño al ver dos patrullas.

"Oficial, soy el prometido de Jeon Jungkook quien esta atrapado en su casa ¿que fue lo que paso? ¿cómo empezo el fuego?" Preguntó mientras arrastraba las palabras, tartamudeaba mientras hablaba, muerto de miedo.

"No lo sabemos, señor, pero se reporto disparos dentro de la casa, tememos que el ex esposo del señor Jeon este adentro con él, lo hemos estado buscando porque incumplió con el arresto domiciliario." Dijo.

Las palabras del oficial rompieron en Jimin, quiso caer de rodillas ante la noticia tan desdichada, agradeció por la información y fue hacía Heejin quien estaba junto a su madre detrás de las cintas de precaución, viviendo horrorizadas como la casa estaba completamente en llamas.

Era digna de una pesadilla, Jimin la vio prenderse fuego sin parar, el fuego se extendía en cada superficie mientras crecía hasta los cielos, el olor de madera quemándose era indistinguible, sus nariz se había llenado de las cenizas que volaban por el lugar y ante toda esa desesperación, Jimin no pensó dos veces y rompió la cinta de seguridad para ir por Jungkook.

Fue detenido por un bombero y por Heejin, quiso soltarse pero ante la fuerza de dos no pudo, Heejin y Haseul lo retuvieron a su lado mientras sostenían sus manos.

"Jimin, Jimin." Calmo Haseul, tomándolo de las mejillas para que la mire. "Por favor, mantén la calma."

"¿Cómo me pides eso?" Sollozo mientras aún trataba de librarse de su agarre. "Jungkook puede morir."

"Ya tenemos ayuda, solo hay que esperar a que los bomberos lo saquen sano y salvo." Dijo Heejin. "Ya rompieron la puerta y están haciendo todo lo posible."

"Tengo miedo." Susurro Jimin mientras perdía fuerza en sus intentos de librarse de Heejin y Haseul. "Solo quiero verlo sano y salvo."

En las lágrimas de sus ojos se reflejaba el fuego frente a él y las luces de policía que lo rodeaban, pedía a la luna entre susurros que no le arrebate a su amor esta noche.

Dentro de la casa todo ardía como en el infierno, algunas maderas ya se desprendían del techo y era muy difícil de ver, Jungkook trataba de hallar una salida, trataba de seguir consciente pues el humo ya comenzaba a intoxicarle.

Mientras Jungkook trataba de salir de aquel horno, Minho lo acechaba, ninguno saldría con vida de esto pues ese era el deseo del omega que ahora mismo los tenía encerrados a ambos en una habitación.

"Ya te lo dije." Tosió, mirando fijamente a Jungkook quien trataba de encontrar algo para salir de ahí. "De esta ninguno saldrá."

"Eres un maldito enfermo." Dijo arrastrando las palabras, desesperado de encontrarse en un laberinto.

Todo pasaba tan lento y rápido que ni siquiera pudo oír las sirenas fuera de su casa, solo trataba de sobrevivir.

"Eres mío." Escucho cerca. "Y será así hasta nuestra muerte." Minho tenía la ventaja de estar completo, solo había recibido unos cuantos golpes que lo dejaron sangrando, en cambio Jungkook aún tenía una bala incrustada en su pierna que le impedía caminar rápidamente.

El omega lo tomó del cuello, ambos cayendo al piso, lo comenzó a ahorcar cegado en su sed de venganza, cegado en su propósito de matarlo junto a él. Tanta era la presión sobre el cuello de Jungkook que estaba seguro que en cualquier momento se desmayaria y quedaría atrapado.

Pero no dejaría que eso pase, tenía una familia y un hogar al que volver, no podía quedarse en el infierno si ya había tocado las puertas del paraíso.

Peleo por su vida, aprovecho de la ceguera de rabia de Minho y tomó un palo que se había desprendido del techo así golpeando a su ex esposo en la cabeza, liberándose de él, respiro profundo tosiendo por el incremento de humo, el golpe había sido fuerte pues lo dejó tirado un buen rato a lo que Jungkook aprovecho para levantarse.

Lo vio en el piso quejándose, sintió pesada su cabeza y sus pulmones colapsarian por todo el humo que ya había inhalado, saldría de esta, pero no dejaría que Minho salga también, había hecho mucho y seguiría haciéndolo. Una vez más tomó el palo entre sus manos y con toda su fuerza golpeó una vez más a Minho, rompiendole la nariz.

"Maldito enfermo." Dijo dejando el palo en el piso, si bien no lo había matado, moriría por el fuego que él mismo había empezado. "Tu no me arrastraras a tu infierno."

Arrastrando su pierna con mucho dolor abrió la puerta e hizo caer un armario antes de salir, impidiendo que Minho salga de esa habitación o que sea difícil rescatarlo. Ya afuera una vez más en el pasillo, su cuerpo ya no pudo y colapso en el piso.

A buena hora los bomberos habían llegado a él, con una camilla y con una mascarilla que le daba oxígeno lo sacaron de aquel infierno.

"Señor, ¿hay alguien más adentro?" Le preguntaron.

Jungkook no respondió, no quería hacerlo, no quería que salvarán a Minho.

Al no tener respuesta lo sacaron de la casa, sintió el frío aire contra sus mejillas, el ruido de las patrullas y se sintió vivo. Era libre, al fin, de todo el infierno.

Había escapado de él.

Lo transportaban a la ambulancia en ese transcurso sintió la suave mano de su amor, sintió su aroma y su presencia. Estuvo ahí con él.

"Jungkook." Escucho con dolor, no quería escucharlo así, no una vez más y por la misma razón de siempre. "Mi amor, estas bien, estas bien."

Jungkook no podía hablar, estaba muy agotado, solamente le tomo la mano fuertemente y le miró a los ojos, diciéndole que sí, estaba bien.

Estaban bien.

Ambos entraron en la ambulancia mientras la casa se prendía más y más, era todo un caso perdido, pero no importaba, porque estaban ahí sosteniéndose lado a lado, mirándose con mucho dolor y sanación.

Al final del día, Minho no había logrado su cometido, había perecido en todas esas llamas, porque no podía hacer más miserables a Jimin y Jungkook, su amor siempre encontraría una salida porque así estaba escrito en las constelaciones que los habían unido y reunido, las almas gemelas no mueren en dolor, las almas gemelas siempre sobrevivirán a las llamas del inmenso olvido.

Estas almas gemelas lo lograron.














































no se narrar escenas de "accion" Y QUÉ🙄

jsjsjss y una vez más digo JAAAAA a las que no crecían q este au tendría su felicidad

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora