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Todo se desmoronaba frente a sus ojos, perdí todo mientras se incendiaba en sus manos y se desprendía en el piso, Minho no tenía ni una salida para el agujero que se abría en sus pies, iban a tratarlo y escupirlo en el infierno.

Jungkook presentó testigos que estaban con ellos el día de la fiesta, antes de eso el caso era flojo y débil, Jungkook no tenía nada más que su acusación pero ahora que tenía testigos las cosas seguían una misma línea. Era una pelea bastante igualada, Minho movía sus influencias y contactos como también lo hacia Jungkook, solo se necesitaba algún flaqueo para que hubiese una sentencia.

Aun así, todo estaba en contra de Minho, terminaría en la cárcel y divorciado del hombre al que se había aferrado para atormentar a su hermano.

Todo se perdía, menos la necesidad de hacer miserable a Jimin, aquello jamás se iría de su sistema, la rabia contra su pequeño hermano jamás le abandonaría y haría todo lo que pudiera para hacerlo miserable.

Por eso estaba ahí, frente a la casa de Jimin y Jungkook, tocando el timbre esperando a que su hermano le abriera, sabía que él estaba solo, lo había estudiado tanto que se sabía de memoria sus horarios de entrada y salida.

La puerta se abrió, fue testigo de la cara fastidiada de Jimin, su hermano se recostó en el marco de la puerta mientras tenía los brazos cruzados.

"¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en la cárcel o con detención domiciliaria?" Pregunto fastidiado.

"Eso aun no pasa, tranquilo, tampoco pasará." Sonrió, llevando una mano al rostro de Jimin para apretar sus mejillas. Dandose cuenta con su cercanía de la joya que reposaba en uno de los dedos de su hermano, rápidamente tomó su mano y vio mejor, era un anillo de compromiso. "Así que al fin lo casaste...¿ah?"

"Yo no hice eso." Jimin retiro su mano con rapidez y fuerza. "El único que cazo a Jungkook fuiste tu."

"No necesitaba cazarlo." Sonrió de lado. "El cayó en la trampa sólito, ni siquiera había una trampa."

"¿Qué quieres aquí, Minho? No quiero desperdiciar mi tiempo contigo, además, tu no deberías de desperdiciar tu tiempo libre ahora que te iras a la cárcel."

"Estás muy seguro de eso, ¿no?"

"Claro, una víbora como tu merece estar encerrado en la cárcel por mucho tiempo."

"Por favor." Rió. "Máximo me darán dos años, si es que Jungkook gana, cosa que es imposible."

"No es imposible, Jungkook tiene todo para hundirte, después de todo lo que haz hecho es lo poco que mereces." Dijo Jimin, con la cabeza bien en alto, dando un paso hacía adelante mientras miraba a los ojos a su hermano, no dejaría que volviera a intimidarlo, nunca más.

"Crees que eres mejor que yo, Jimin, eso no es así." Dijo Minho, dando un paso hacía adelante, cerca de su hermano. "Tu eres igual que yo, eres mi hermano, sangre de mi sangre."

"Somos medios hermanos." Se defendió, jamás tomaría la palabra de su hermano diciendo que son iguales, porque no lo eran.

"Hermanos después de todo, sangre de la misma sangre." Volvió a dar un paso, haciendo que Jimin retrocediera. "Le haz hecho tanto daño a Jungkook como yo."

"Él también me hizo daño a mi."

"¿Esa es tu justificación? Jimin, si yo soy una víbora, tu también lo eres." Escupió en su cara.

Minho se metía en la cabeza de Jimin, creando cizaña, envenenandolo e incrustando las espinas que aún permanecían en las muñecas de su hermano menor. Era lo que mejor sabía hacer, envenenar y amargar, dañar desde adentro, dañar desde la cabeza hasta el alma.

"¿Jungkook como te hizo daño? ¿ah? ¿Te hizo daño exigiendo sus derechos y deberes? ¿te hizo daño al decirte tus verdades? ¿te hizo daño con una infidelidad que nunca pasó?" Pauso regocijandose en la miseria que se reflejaba en Jimin, había llegado a donde quería llegar. "El amor que sienten no puede ocultar todo el dolor que Jungkook paso por tu culpa, hiciste que su familia ocultara a su hija, hiciste que su hija no sepa quien es él, le hiciste mucho daño, Jimin, eres igual a mi."

"Eso esta en el pasado. Jungkook y yo perdonamos todo lo que pasó, nada de lo que digas afectará lo que ahora tenemos que gracias a ti perdimos."

"Somos nuestro pasado, Jimin, somos nuestro presente y futuro, aunque quieran hacer como que no paso, paso de todas formas." Miro con rabia el anillo de Jimin, viendo en aquella joya todo lo que había perdido y que su hermano tendría. "Una víbora reconoce a otra con solo mirarle a los ojos y tu, hermano, eres una."

Hubo un silencio después de la última oración, Jimin se quedó pensando en todo lo que Minho había dicho, encontró todos los aciertos en sus palabras mientras le miraba a los ojos. Era sabio, era malo, era su hermano y tenía razón, el daño que le habían hecho a Jungkook era igual, lo habían doblegado en cuerpo y alma, fueron la miseria en su espalda.

"¿Eso es todo?" Dijo Jimin con la mirada vacía.

"No." Volvió a tomar la mano de Jimin, la sostuvo mirando el anillo en su dedo anular y se lo saco para tirarlo al piso. "No tendrás lo que yo perdí, Jimin, quiero que te lo aprendas. No tendrás el cuento de hadas que siempre anhelaste, no a espaldas de mi miseria."

Jimin no dijo nada, tomo su anillo del piso y se lo volvió a poner, dándole la espalda a su hermano para después cerrar la puerta, no le importaba lo que le diría, no volvería a desgastar su corazón escuchándolo.

La acción de Jimin incremento la rabia y el odio de Minho, solo era más leña al incendio que comenzaba y no pararía. Pues Minho lo había perdido todo, querría que su hermano también pierda todo, por una vez podrían estar iguales.

;;

Las palabras de Minho no dejaron su cabeza, su hermano había logrado envenenarlo una vez más, toda la tarde estuvo pensando en sus acciones y en cómo estás habían afectado al hombre de su vida. Había hecho sufrir al hombre que más amaba y amaría, había roto al hombre de sus sueños y había causado que viviera un real infierno.

Pero todos los pensamientos malos desaparecieron en cuanto se volvieron a ver, porque al sentir sus manos sobre su cintura al besarle, cuando sintió el aroma de su pareja y cuando observo como le hablaba a su hija, supo que todo ese dolor había sido dejado atrás. Después del dolor encontraron paz, después de las lágrimas las sonrisas se dibujaron, porque el dolor era parte de la vida y uno no nace sabiendo cuanto de este sembrara en sus amados, pero este se puede redimir del amor que vive en sus corazones por sus queridos. Así paso con ellos.

Porque después del dolor y la miseria se encontraban bailando una de sus canciones favoritas en su sala. Con las estrellas colándose en las cortinas y la melodía viviendo en sus pies, Jimin y Jungkook bailaban un vals.

"¿Qué hiciste hoy?" Pregunto Jungkook en un susurró.

"No mucho." Susurro en respuesta, recostandose en su hombro. "¿Y tú?"

"Atendí un caso y luego fui por Yunjin." Detuvo sus pasos, sintió raro a Jimin. "¿Pasa algo?"

"Nada." Negó con la cabeza, no permitiría que la amargura volviera a sus lados. "Solo estoy cansado."

"Entonces vamos a dormir."

"No, sigamos bailando." Volvió a acurrucarse en el hombro de Jungkook, comenzandona bailar una vez más.
Y fue así como lo quiso, bailaron hasta que terminaron las canciones de su playlist, en silencio o compartiendo una que otra palabra, eran solo ellos y la música.

Solo ellos después de la tormenta.



































































que creen? el au ya va para el final :3

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora