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"Te depositare para que puedas llevar a Yunjin a todos los parques que quiera, tranquila." Dijo Jungkook mientras hablaba con su hermana cerca al marco de la puerta.

"El dinero no es el problema." Dijo ella. "Solo quiero saber a que hora la puedo traer."

"Mientras más tarde mejor."

"¿Y qué harás?"

"Solo es una cita romántica con Jimin." Sonrió teniendo las mejillas algo sonrojadas. "Una tarde a solas."

"Uhm." Sonrió a la par, soltando una pequeña carcajada mientras acomodaba su bufanda. "De todas formas, te llamare para avisarte que estamos en camino, así no interrumpimos nada."

"¡No haremos nada malo!" Gimoteo avergonzado.

"Claro." Le guiño el ojo y espero a que su sobrina bajara por las escaleras, cuando la tuvo cerca la tomó en sus brazos. "Despídete de tus papás, Yunjin."

La niña solo ondeo su manita mientras sonreía en dirección de sus padres, ambos le sonrieron de vuelta, Jungkook beso su mejilla y agitó sus cabellos.

"Nos vemos, princesa." Dijo sonriente mientras tomaba la pequeña mano con la suya, suave y pequeña a comparación de la suya.

Yunjin se fue con su tía, dejando a sus padres con una casa sola ambientada con música e incienso. Se sonrieron con ternura al mirarse, Jimin se encontraba parado en las escaleras y Jungkook fue hacía él para abrazarlo por la cintura, reposando su cabeza en el pecho de su pareja, cerró sus ojos al sentir la tibia mano del omega sobre sus cabellos.

"¿Qué quieres hacer?" Pregunto Jungkook.

"Mhm. Tomemos un baño."

"¿De burbujas y perfumes?"

"Aja." Asintió aun acariciando la cabeza de Jungkook. "Relajemonos y comamos comida chatarra."

"Entonces haré el pedido." Se alejo del cuerpo tibio del omega. "¿Alitas estaría bien?" Jimin solo asintió.

Ambos se fueron por diferentes direcciones, Jimin hacia el baño para preparar el baño de burbujas y Jungkook fue hacía la cocina para ordenar las alitas.

Ya eran tres semanas en las que comenzaron a vivir juntos, casi un mes en el que se veían todos los días al despertar. Ambos decidieron vivir en la casa de Jimin, era pequeña y carente de los lujos de Jungkook, pero era hogareño y cálido, era el hogar que siempre desearon tener cuando eran jóvenes, ahora podían cumplir aquel sueño perdido.

Después de la mudanza de Jungkook, las cosas fueron como un sueño, el alfa se despertaba y lo primero que veía eran las pecas de Jimin, su familia desayunaba junta mientras oían los relatos de su hija sobre su kinder y amigos, almorzaban juntos y planeaban sus fines de semana en algún parque o viendo alguna película.

Todo era maravilloso, Jungkook no se había sentido tan vivo como ahora.

También, agregando a su felicidad, ya había recibido el anillo que mandó a hacer para Jimin, ya tenía la joya consigo y planes para pedirle la mano, era un hombre libre que quería pasar su vida al lado del amor de su eternidad.

Hoy sería el día, mientras pedía las alitas pensaba en cómo hacerlo, que palabras podría usar y como actuar, soltó un suspiro profundo mientras peinaba sus cabellos hacía atrás, soltó una pequeña risa nerviosa y espero a que la orden llegara.

El timbre sonó anunciando su pedido, pago y subió hacía el baño, encontrandose con Jimin ya en las burbujas de la bañera, ambos rieron al encontrarse. Luego de acomodar las alitas en una mesita cerca de la bañera, Jungkook se preparo para entrar a la bañera mientras recibía silbidos y piropos de Jimin haciendo la situación cómica —y vergonzosa para él.

Una vez dentro se posiciono detrás de Jimin, sintiendo su húmeda espalda contra su pecho, ambos entrelazaron sus dedos mientras escuchaban la tenue melodía que provenía del celular de Jimin.

Era algo sencillo, muy casual, pero no se cambiaría por nada, estar juntos en la bañera mientras escuchan música relajante y comen alitas era lo mejor que podían pensar.

"Que relajante estar así." Dijo Jimin, ladrando su cabeza para observar a Jungkook, lo adoraba, cualquiera podía asegurar aquello de tan solo ver el brillo que se instalo en las pupilas del omega.

"Muy relajante." Asintió dándole un suave beso en la punta de su nariz, haciéndolo reír y logrando que el omega tome su rostro comenzando un beso.

El beso era tierno, suave y romántico, hubo una sonrisa en medio de su suave caricia, un apretón en sus manos y un suspiro. Al separarse siguieron en silencio mientras dejaban que sus dedos se hagan pasas, comían la comida pedida y reían enamorados por cualquier cosa. Locos en amor.

Cuando el agua se volvió fría tuvieron que salir, cada uno con su propia bata hacia su habitación, aún había mucho tiempo restante por lo que podían salir a caminar, eso pensaba Jimin.

"Podemos ir a patinar ¿te parece?" Pregunto mientras secaba con una toalla su cabello. "O solo a caminar a un centro comercial, eso de alguna forma me relaja." Siguió hablando, esta vez colocando su crema hidratante. "¿Eh? ¿Por qué no me respondes, malcriado?" Tampoco hubo una respuesta.

Lo único que se escucho fue un grito, el grito de Jimin para ser exactos, pues era tanta la sorpresa de ver a su pareja arrodillada frente a él. Como lo había hecho en el pasado.

"¿Deja vu?" Sonrió Jungkook.

"Deja vu." Asintió nervioso, sentía que tendría un infarto en cualquier momento. "Jungkook..."

"¿Quieres casarte conmigo, Minnie?"

"Sí."

Fue simple, pocas palabras pero una infinidad de sentimiento en medio de la propuesta, Jimin abrazo a Jungkook mientras él seguía arrodillado, el sentimiento le había ganado y el alfa no paraba de llorar. Ambos se abrazaron fuertemente, Jimin consolando el corazón de Jungkook, todo lo malo había pasado y ahora podían tener una vida tranquila, podían vivir de su felicidad que era tan in-creible.

"Te amo, Minnie." Susurro Jungkook mientras colocaba el anillo en el dedo de su pareja. "Te amo y....eres mi eternidad, nunca me vi con nadie más que no fueras tu, siempre serás tu, solo tu."

"Lo sé, mi amor. Yo también te amo mucho." Sonrió llevando sus manos a las mejillas de Jungkook, limpiando la última lágrima resbalosa. "Eres mi vida entera, el único hombre al que podré amar y amaré."

Después de la confesión se dieron otro beso cálido y tierno, sosteniendo sus manos y al separarse juntando sus frentes.

Ahora todo estaba bien, ahora, podían volver a ser felices rehaciendo aquella trágica historia y convirtiéndola en un nuevo comienzo.














































familia feliz :")

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora