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El sonido inquietante del reloj hacia que Jimin quisiera arrancarse unía por unía, sentía como su corazón palpitaba en su pecho y como la sangre corría por sus venas, nunca se había sentido tan ansioso que podía sentir cómo es que existía en este plano. No quería hablar con nadie porque sentía que se pondría a llorar de los nervios, quería mantenerse fuerte y entrar a la sala con el mentón en alto, la espera era lo peor porque tenía que estar en el mismo pasillo que Jungkook, quien lucía bastante tranquilo mientras miraba algo en su celular y conversaba con su amigo sentado a su lado, parecía que solo él la estaba pasando muy mal.

Pero siempre era otra historia, Jimin solo sabía lo que veía y nada más, porque Jungkook podría temblar como si sufriera un shock de congelamiento por los nervios, sentía que empaparía su camisa por el sudor que recorría su cuerpo y que podría desmayarse en cualquier momento, por suerte tenia juegos en su celular que mantendrían sus nervios en orden y la conversación de Jaehyun a su lado le ayudaba.

La manecilla indico la hora, de forma puntual una asistente hizo que entraran a la sala donde se daría el veredicto sobre la estadía de su hija, Jimin iba acompañado de sus amigos, solo Joohyun había faltado porque estaba cuidando a Yunjin, Jungkook estaba con su familia y uno de sus amigos, muchos testigos presenciarían cómo los sueños de los jóvenes que conocieron se derrumbarían ante la voz gruesa del juez.

Jimin agradeció internamente que su hermano no estuviese en la sala, no soportaría ver su maldita cara en un momento tan tenso y crítico. Pero bueno, la tranquilidad de Jimin jamás duró, porque cuando terminó de agradecer que su hermano no estaba en la sala, él entró por la puerta. Minho le miró y sonrió de forma "amable"-solo era una burla, luego fue a tomar asiento cerca de la familia de Jungkook.

Por lo que Jimin se dijo a sí mismo, que tenía que ganar esta demanda, no podía dejar que Jungkook siga con su capricho y mucho menos podía dejar que su hija conviviera con su hermano. Tenía que.

Jimin y Jungkook sintieron como su piel se heló cuando vieron llegar al juez, sus abogados y ellos se levantaron para recibirlo, luego solamente esperaron sentados para escuchar la sentencia de su caso. Era muy complicado, por todos los antecedentes que se ponían a la mesa en ambos casos, la clara irresponsabilidad de Jimin al ocultar la existencia de Yunjin, el hecho de la complicada vida marital de Jungkook, la gran ventaja económica y social que poseía Jungkook, el hecho de que una niña pequeña debería permanecer al lado de su padre omega, la balanza se movía a ambos lados, inclinándose para Jimin, inclinándose para Jungkook, pero nunca quedándose en medio.

"Buenas tardes." Habló el juez, colocándose sus lentes y revisando por última vez los antecedentes. "Ha sido un caso muy difícil de sobrellevar, hubo muchos aspectos en los antecedentes que hicieron que la pensara más de dos veces. Pero ya tengo la sentencia."

"De acuerdo a lo revisado y de acuerdo a lo mejor para la niña Jeon Yunjin, la custodia completa la tiene su padre Jeon Jungkook. Los aspectos de la pensión que Park Jimin tendrá que aportar, según a lo indicado de su salario, es el treinta y cinco por ciento de este. Los días de visita lo podrán acordar entre ustedes. Por último, es recomendable que la tenencia de la niña se lleve a cabo lo más antes posible, si es posible desde el día de mañana." Dijo con simpleza, después de todo estaba acostumbrado a dar aquellas malas y buenas noticias.

Pero el que no había tomado nada bien fue Jimin, que en cuanto escuchó el nombre de Jungkook se puso a llorar, no podía ser que en la mañana haya tomado un desayuno imaginario con su hija y en la tarde haya perdido su tenencia, no quería creerlo.

"Por favor, señor Juez, no me separe de mi hija." Sollozo con la voz rota, por poco y arrodillándose frente al juez para que deshiciera la sentencia.

"Lo siento mucho." Fue lo último que dijo, cerrando el caso.

Entre abejas y espinas ; kookmin au omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora