(21)

5 1 0
                                    

Más que suficiente

Briana

La primera semana de Agosto pasó tan rápido que me hizo estremecerme un poco. Fionn estaba creciendo muy rápido a pesar de tener solo un mes de nacido, ya estaba un poco más grande que cuando llegó aquí, más gordito y el color rosado de su rostro ya solo se albergaba en sus mejillas regordetas.

Sus ojos son como el color del whisky, brillantes y hermosos. No se comparaban en absoluto con los míos que eran más oscuros, incluso más oscuros que los de mi papá, los de él eran mieles, pero los de Fionn eran mucho más claros que los de mi papá. No sabía qué tipo de color eran, mieles no eran, pero hasta ahora solo me recordaban al color del whisky.

He estado con Ekaterina para cuidar de Fionn, mi padre hasta ahora no se oponía a la idea de que pasara tiempo con ella y mi hermano, pero siempre y cuando estuviera a su lado para continuar trabajando en la dosis que habíamos probado hace ya un mes. No estaba feliz de tener que volver a crearlo, pero no tenía ninguna otra opción con tal de que mi papá esté lo suficientemente satisfecho como para querer ir por mamá y traerla para que al fin pueda resolver mis dudas. No he dejado de pensar en aquel nombre, Mara, algo muy en el fondo no me permitía que le fuera indiferente.

— Deberías salir un poco — Dice Ekaterina mientras le cambia el pañal a Fionn.

— No quiero hacerlo, no cuando sé que ustedes están aquí encerradas — Digo un poco desanimada. Aún no he podido convencer a mi papá de que me deje salir con Ekaterina y Jade.

— No te preocupes por nosotras, tenemos nuestro propio método de distracción.

Sonrió al ver como Jade empieza a cantar junta a Ekaterina. Me habían contado que esa canción la habían escrito entre ellas para una tarea de la escuela de Jade.

La sonrisa no me dura mucho al pensar que muchas personas estaban buscándolas, todos preocupados por el paradero de ambas y más cuando ya todo mundo sabía que Ekaterina había tenido a otro bebé recientemente. Me preguntaba si el papá de Jade estaría preocupado por la noticia que se volvió demasiado viral, ya que Ekaterina es una persona bastante reconocida por su trabajo y a pesar de que ella no daba información sobre su vida privada, los paparazzis se encargaban de revelar cualquier cosa que sirviera, así se trate de Jade o de cómo habían fotografiado a Ekaterina cuando salió del hospital después de haber dado a luz a un lindo varón.

— ¿Crees que sepa de la desaparición? — Ekaterina y Jade guardan silencio.

Ekaterina sabe perfectamente a quien me refiero, lo sé por la forma en que el brillo de sus ojos disminuyó de golpe, incluso la sonrisa de antes se volvió una mueca bastante forzada.

Suelta un largo suspiro antes de encogerse de hombros, fingiendo que no le importa si el padre de Jade está enterado o no.

— Lo sepa o no, no puede hacer nada, es solo un abogado y fotógrafo en su tiempo libre — Me mira — Además de que... está casado y está cuidando de su bebé.

— ¿Quién? — Pregunta Jade bastante curiosa — ¿Henry?

— No cariño, otra persona que aún no conoces.

— ¿Y lo conoceré pronto? — Noto como los ojos de Ekaterina se cristalizan.

— No cariño.

— ¿Por qué?

— Porque vive en New York y nosotras somos de aquí, de Londres — Jade hace una mueca, pero termina encogiéndose de hombros restándole importancia.

— No importa, puedo conocer a la persona por FaceTime ¿no? — Ekaterina suelta un suspiro pasando su mano por el cabello de su hija.

— Por supuesto que sí, cariño.

Únete a mi...Where stories live. Discover now