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Felices 19

Brigid

11 de Junio. (Sicilia)

Suelto un suspiro lleno de frustración ante mi intento de envolver un maldito regalo, esto nunca fue lo mío, era más sencillo si compraba una bolsa de regalo en cualquier tienda que estar pegando papel con cinta en la caja que es el regalo para los gemelos.

Debí de haber aceptado la ayuda de Jezabel, ella era mejor en esto que yo, pero ¿como diablos lo hacía? A ella le quedaban perfectos, mientras que yo, ya estaba pensando en solo pegar el maldito moño porque ya no había tiempo para ir a una tienda en busca de una bolsa de regalo.

— Mierda — Siseo entre dientes con demasiado fastidio. El clima en Sicilia no ayudaba en estos momentos, hacia un calor insoportable y ni siquiera el vestido que traigo puesto me ayudaba a refrescarme un poco, todo el aire en Sicilia no era para nada fresco, me sentía en un maldito horno — Mierda...

«Mierda, mierda, mierda»

Esto no lucia para nada como un obsequio, hasta parecía que ya lo habían abierto.

— ¿Necesitas ayuda con eso? — Escucho el tono burlón de mi esposo detrás de mi.

— ¿Y me lo estás preguntando? — Se acerca y la colonia me avasalla tan bien, que hasta logra que mi malhumor se esfume o al menos que no quiera desquitar mi enojo con él. Últimamente hemos tenido más momentos de familia, risas y de sexo que de otra cosa, así que no, simplemente no podía enfadarme solo porque no podía envolver un regalo.

— Estas demasiado molesta ¿eh? — Dice mientras quita las cintas con delicadeza para no dañar el papel — ¿Es por el calor o porque no podías envolver esto?

— Ambos — Digo mientras me abanicó el rostro, joder, necesito mi tercer baño y a penas estaban por dar las cuatro y media de la tarde, el segundo baño me lo había dado hace una hora y así como salí, quise volver a entrar, pero recordé que tenía un regalo que envolver.

Me siento como un maldito tomate, todo mi cuerpo estaba enrojecido por el calor, probablemente vuelva a Londres bastante bronceada que de costumbre, pero no entiendo porque justamente hoy hacía un calor inaguantable. Hela debió de haber preparado la fiesta de cumpleaños en Rusia o al menos en Londres.

—Denzell y Araziel están frente a un ventilador, pero nuestra hija pareciera que no tiene problemas con el clima — Dice divertido.

— Así como tú — Digo al inspeccionarlo. Llevaba vaqueros negros, botas y una playera sin mangas que daba a relucir sus hermosos, fuertes y sensuales brazos, y en uno de ellos presumía lo hermosa que me vi en nuestra boda.

Su piel está bronceada como de costumbre, pero se veía bastante fresco a pesar de que llevaba vaqueros y botas que no ayudaban para el calor, pero no parecía molestarle en absoluto.

— Nací y crecí aquí, créeme que estoy bastante familiarizado con el clima de Sicilia.

— ¿En serio? ¿Entonces porque Araziel y Denzell están frente a un ventilador? Ellos... bueno, Araziel no nació aquí, pero sí que creció aquí, ambos deberían de estar muy bien familiarizados con el clima — Alza levemente la comisura de sus labios.

— Supongo son los genes, cariño — Me mira — Y Jezabel claramente heredó el no sudar demasiado a pesar del exceso de calor que se siente aquí.

— Es igualita que tú — Se ríe — En el carácter, en los ojos y ahora en esto.

— Y te agradezco por dármela — Sonrió sabiendo que está bastante cómodo de tener una hija a pesar de que dijo que solo engendraba varones — Y listo — Termina de poner la última cinta.

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