La reina de las constelaciones (bilogía corazón)

Capítulo 35

Advertencia: capitulo súper largo <"3 (en ig subí un adelanto del título con otro nombre, pero lo terminé cambiando en el último minuto porque este queda mejor)

La reina de las constelaciones.

Narra Hans:

Era la tercera vez que vomitaba de los nervios, mi estómago estaba completamente vacío después de la segunda arcada, lo último que salió de mi garganta fueron ácidos y sangre.

—No puedo hacer esto— jadeando dejé ir el agua sucia del inodoro. Russ hizo una mueca y se acercó a mí con mi cepillo de dientes y pasta dental.

—Si puedes, mueve ese culo y lávate la boca.

—Se va dar cuenta que es una trampa.

—Si actúas como un pendejo se dará cuenta.

—¿De que me ves cara? Soy productor de música, no ganador del Oscar.

Me puse de pie y le arrebaté el cepillo para abrir el grifo del lavamanos y quitar mi mal aliento. Russ enredó sus brazos en mi cintura y besó mi espalda, contagiándome de su tranquilidad.

—Es un tipo... tonto.

—¡¿Tonto?!

—Hans, viví en tu casa por más de 5 años y no sabía ni mi nombre. Nos metíamos en la alacena e incluso en su oficina— se puso de puntillas para besar mi cuello— ¿Recuerdas esa vez que estábamos debajo de la mesa, nos drogamos y luego él llegó a cenar con su secretaria?

—No me recuerdes ese trauma, por favor— mi padre hizo tantas cosas asquerosas en su vida, pero manosear a su secretaria en la cena fue lo peor, mucho más cuando Russ y yo estábamos en terribles condiciones. Al instante en que se fueron vomité toda mi ropa.

—¿Ves? Deja pasar muchas cosas porque no se interesa en nada que no sea él mismo. Hunter heredó ese puto narcisismo.

—Hunter al menos cuida de su familia, él no, y si estoy a solas con él toda su atención será para mi.

El plan ya había iniciado. Hace algunas horas, Melody subió un video de Hunter a una cuenta falsa en twitter, donde el chico fingía estar ebrio y revelar que gracias a su padre y sus descuidos ante sus hijos menores, él y Honee habían resultado heridos por un extraño días antes del incendio.

Cosa que era verdad.

Evangeline y Mark estaban de camino a hablar con Crista para iniciar la investigación sobre el inicio del fuego en la mansión Hearts.

El malnacido de Stephan se había ido a quién sabe dónde, un alivio para mi ya que odiaba escuchar su voz.

Ahora era mi turno de exponer a Eric Hearts ante todo el mundo.

Lo había citado para platicar antes de una rueda de prensa que tendré con la nueva banda que estoy manejando, lo que él no esperaba es que detrás del talón habrán miles de reporteros grabando toda nuestra conversación.

Debía salir bien.

Terminé de enjuagarme la boca y di media vuelta para verlo a los ojos.

—Dúchate para que se te quite lo tenso, trataré de preparar el almuerzo.

—Un baño no va quitarme lo tenso y mejor pide comida— puso mala cara al instante.

—¿Mi comida no te gusta?

—Es que siempre sabe a quemado.

—Jodete, Hans Hearts— riendo con malicia, escondí mi rostro en su cuello y mordisquee su piel para provocarlo.