Capítulo 18

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Teniente al mando.

Narra Mark:

Mi dedo trazó la espalda desnuda de Evelyn, ella dormía profundamente del otro lado de mi cama, la había agotado lo suficiente que cayó rendida al momento de terminar de follar.

Por mi parte, no podía dormir, ni siquiera me sentía cansado.

Cómo ya era costumbre, mis pensamientos vagaban en cierta señorita.

Ahora sí que estaba preocupado por mi salud mental ¿Acaso no su suficiente pensar en ella por un año entero, cómo para seguir haciéndolo? a este paso iba terminar desarrollando una obsesión.

Pero no era fácil sacarla de mi mente, estaba enterrada en mí, tan profunda que era imposible exterminarla.

Y los chicos no ayudaron para nada. Sí, seguía asfixiándome por pensar que ellos creyeron esas locuras.

Por Dios, que a mí me gustaba Evangeline.

"Supéralo, Mark, es una tontería."

Por supuesto que lo es, pero una tontería que me mataba por dentro; ¿Los demás compartirán ese pensamiento?

O, mejor dicho.

¿Evangeline alguna vez lo pensó?

De algo estoy seguro, es que yo jamás podría llegar a gustarle.

Sería demasiado bajo que Evangeline se fijara en mí, ella es una mujer asombrosa, merece más que yo.

Yo jamás podría ser el hombre perfecto para ella, incluso me parece demasiado ser su mejor amigo. Venimos de mundos diferentes, mientras ella creció con todo, yo crecí sin nada y no es que me avergüence, por Dios que no, se la historia de mis padres, se dé dónde vengo y todo lo que hicieron para haber llegado hasta acá, estoy más que orgulloso de ellos por su esfuerzo y agradecido por el amor que me han dado y me he esforzado para devolvérselos.

Pero sé que a Evangeline no podría darle la vida que merece.

Ella es la perfecta Evangeline Hearts, teniente de policía y ex-heredera de la compañía Hearts, su linaje familiar es de los más reconocidos en todo el país, su madre también venía de una familia de la alta sociedad.

Yo soy simplemente Mark.

2013.

Tomé mi mochila y me despedí de Evangeline antes de salir de su habitación, recién había enfermando de gripe y decidí arriesgarme y visitarla.

Me despedí de Hans y Russ, quienes estaban escondidos en la alacena haciendo quien sabe qué y de Hunter que apenas tenía 9 años y jugaba con su triciclo.

—¡Adiós, Mark!— gritó desde el otro lado del corredor y sonreí.

Antes de llegar a la puerta principal la temible voz del señor Hearts me llamó.

—Mark, quiero hablar contigo— abrió la puerta de su oficina y me vi en la obligación de obedecer su orden.

Al entrar, apreté la correa de mi mochila y me quedé de pie frente a su escritorio mientras él tomaba lugar en su asiento.

No tenía ni idea de para que me había llamado y debo admitir que me asustaba un poco. Eric Hearts era un hombre realmente malo, lo conozco desde siempre y no se ha esforzado por ocultar su desprecio hacia mí.

—Seré breve, jovencito— pasó sus dedos sobre su bigote y jaló aire— He aceptado la relación de amistad entre tú y mi hija durante todos estos años, eran unos niños y sabía que no podía haber nada real entre ustedes... pero ya no lo son.

La reina de las constelaciones (bilogía corazón)Where stories live. Discover now