Capítulo 11

258 30 17
                                    

Tema de hoy: La tentación.

Tema de hoy: La tentación

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Narra Evangeline:

Hoy por fin tendría una ducha, había regresado del hospital hace dos días, pero mi herida dolía tanto que no era capaz de poner un pie fuera de la cama.

Hans me había estado atendiendo, preparaba mi comida, lavaba mi ropa, me hacía compañía, gracias a eso recuperamos un poco de tiempo perdido.

Y también me contó la situación de Russ: una recaída. Era tan difícil, Russ no podía controlar sus adicciones, ya eran parte de él. Pero no era su culpa, antes de nosotros ya había tenido problemas con las drogas, cuando Hans lo acogió no dejó de hacerlo, solo que ya no era tan frecuente.

Su última sobredosis fue dos antes de que yo me marchara a Londres.

Ahora está bien, en casa de Hans porque se niega a entrar a una clínica y por supuesto que mi hermano lo consiente en todo.

Dios ¿Como es que no me di cuenta antes?

Era tan claro como el agua que esos dos se traían algo entre ellos.

Cada quien con su ceguera.

Ahora me encontraba sola, en bata, dejando la ropa que me pondría después de bañarme.

Giré para tomar camino hacia el baño y solté un grito ahogado al ver a Mark parado en la puerta de mi habitación.

—¡Me asustaste!

—Lo siento, entré con mis llaves, creí que estarías dormida y no quería hacerte levantar para abrir la puerta.

Oh, no recordaba que él poseía una copia de las llaves de mi casa, al igual que yo una de las llaves de su departamento.

—¿Qué haces fuera de la cama?

—Iba tomar una ducha.

—Evangeline, no deberías estar parada.

—No pienso pasar otro día más, sucia.

—¿Acaso morirás por eso?— inquirió juguetón.

—Por supuesto, mi higiene es prioridad.

Mark puso su típica expresión de desagrado, como odiaba verlo así. Seguro es la cara que pone cuando sus alumnos hacen algo que no está bien, típico de un maestro.

—¿Al menos te bañarás en la tina?

—No puedo agacharme, me duele.

No soy una persona que se muestra intimidada, pero cuando las cosas se tratan de Mark, todo es diferente, así que lo siguiente que dijo me afectó de una manera inexplicable.

—¿Quieres que te ayude a bañarte?

—¿Eh?

—Si usas la regadera puedo ayudarte con el shampoo y el jabón, así no tendrás que hacer mucho esfuerzo, además de mantenerte en pie.

La reina de las constelaciones (bilogía corazón)Where stories live. Discover now