La reina de las constelaciones (bilogía corazón)

Capítulo 28 (parte 1)

Jugando con fuego.

Narra Mark:

Mi mano se escabulló entre sus piernas, ella las abrió sin vergüenza alguna.

No llevaba nada puesto además de las exhibidoras bragas de color negro la cuales me tentaban a arrancárselas.

Sus pechos estaban al aire, su cabello suelto, aunque no cubría nada de su cuerpo gracias al corte.

Con el pulgar a acaricié sus labios húmedos, ella abrió la boca y lo tomó dentro, chupándolo con lentitud, sus ojos verdes no se despegaban de los míos, aún no sabía de dónde saqué tanta valentía para no agachar la mirada ante de ella.

Era intimidante.

Saqué mi dedo de su boca y con la otra mano la tomé por detrás de la nuca para atraerla a mí y por fin besarla. Mi mano libre presionó su cadera desnuda, ella pegó su pecho con el mío y comenzó a quitarme la corbata del uniforme.

Evangeline se veía perfecta tal y cómo estaba: desnuda y dispuesta para mí.

Cuando logró deshacerse de mi camisa también y mi torso quedó expuesto, sus manos viajaron desde mi pecho a la parte baja de mi abdomen, gruñí ante esa acción y la besé con más intensidad, necesitaba sentirla con urgencia.

Tomó el control de la situación cuando menos lo vi venir, me empujó y caí de espaldas en la cama, traté de apoyarme con los codos y sonreí algo avergonzado, nunca antes me había sentido así, mucho menos en el sexo.

Se puso de rodillas sobre mi regazo y comenzó a bajar las bragas, lentamente hasta quedar expuesta por completo.

Volvió a besarme, inclinándose en mí y tocándome por encima del pantalón.

—Mark— abrí los ojos y desperté de inmediato.

Fue un puto sueño.

El pecho me subía y bajaba, estaba sudando y el aire me faltaba, Evelyn estaba sentada en la orilla de la cama, viéndome con diversión.

—¿Todo bien, mi amor? — cuestionó, tragué saliva y no respondí.

Me dolía la cabeza, tanto que sentía que podía explotarme... y lo peor es que estaba jodidamente duro debajo de las sábanas.

—¿Qué haces aquí? — fue lo único que logré pronunciar.

—Vine a mostrarte un par de vestidos para que me dijeras cuál te gusta más y así poder usarlo en la fiesta de compromiso.

Asentí sin mucha energía ante las palabras de mi novia, pasé una mano por mi cara y solté un jadeó.

—Bien, tomaré una ducha primero— quité la sábana dejando que ella viera la erección.

—Puedo ayudarte con eso— ofreció con tono juguetón, tomó una liga que descansaba en su muñeca y amarró su cabello en una cola alta.

La dejé hacer lo que se le diera la gana, aunque no se sintió bien.

Narra Evangeline:

Por primera vez en mucho tiempo había dormido cómodamente, cuando la luz chocó contra mis ojos desperté y sonreí al ver a Honee a mi lado, abrazándome por la cintura.

Me despegué de ella con cuidado y salí de la cama.

Fui a la cocina a preparar el desayuno; Hunter paso la noche con Melody, así que invité a Charlotte para comer junto con nosotras.