Capitulo 10

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Beso.

Narrador:

Octubre / 2001

Clary Holland dormía profundamente en el sofá, el otoño recién iniciaba, era fin de semana y estaba disfrutando sus únicos días de descanso.

Había planeado un día de madre e hijo, pasó toda la tarde jugando con Mark, cocinando galletas y decorando calabazas para Halloween, al finalizar el día, decidieron ver una película romántica, pero la madre del pequeño estaba muy cansada como para terminar de verla.

Así que ahora el niño estaba sentado frente al televisor, con los ojos bien abiertos, viendo cada detalle de la película.

La escena era del beso final. Mark abrió la boca y volteó a ver a su madre, siempre tenía curiosidad de porque se metían la lengua y se daban besos en los labios.

Sus papás lo hacían entre ellos. Charles siempre la tomaba del cuello y metía su lengua en la boca de su esposa ¿Por qué? pensaba Mark.

Además, los besos que le daban a él no eran así, mucho menos en la boca.

—Beso, beso— revoloteó emocionado cuándo el hombre de la película besaba a la mujer.

De pronto se quedó callado, estaba sucediendo algo extraño: ¿Por qué se quitaban sus ropas? ¿Tenían calor?

—¿Beso?

Afortunadamente, al instante, Charles Holland entró a la sala, corrió hasta donde Mark estaba y lo cargó, alejándolo de la televisión.

—¿Qué hacías, jovencito? — cuestionó con el ceño fruncido— ¿Por qué veías esa película, eh?

—Mamá se dumió.

El hombre castaño volteó a ver a su mujer durmiendo, torció los labios y luego apagó el televisor.

—¡Nooooo! — se quejó Mark pataleando— ¡Besoooooo!

—Esos besos no son aptos para ti, campeón.

Mark frunció las cejas enojado, él quería seguir viendo su película. Su padre volvió a dejarlo en el suelo y caminó al sofá, para despertar a su esposa y que se fuera a la cama.

—Hola, linda.

—¿Ya regresaste? — preguntó ella con una sonrisa.

—Te quedaste dormida, ve al cuarto, yo le daré de cenar a este diablillo.

Adormitada se levantó, besó a su esposo en los labios, tal y como los de la película, Mark entornó los ojos.

—Beso— susurró en tono acusador.

Su madre se despidió de ambos y se fue. Charles volvió a cargar a Mark y sé dirigieron a la cocina, lo dejó sobre el desayunador y comenzó a preparar la comida.

—¿Papi?

—¿Sí, campeón?

—¿Po qué mami y tú se dan besos en la boca? — preguntó aun sin poder pronunciar la R.

—Porque somos esposos y nos amamos mucho.

—¿Y po que no me dan besos a mí? ¿No me aman?

—Claro que lo hacemos, hijo, pero esos besos solo se los puedes dar a la persona con la que estás en forma romántica.

¿Romántica? ¿Qué significaba eso?

—No entiendo— Charles apretó los labios, odiaba no tener el tacto ideal para explicarle a Mark las preguntas que le hacía.

—Mamá y yo somos esposos, antes de eso fuimos novios, porque nos amamos de diferente manera a la que te amamos a ti, que eres nuestro hijo.

La reina de las constelaciones (bilogía corazón)Where stories live. Discover now