La reina de las constelaciones (bilogía corazón)

Capítulo 26

Zona de peligro.

Narra Evangeline:

Bajamos rápidamente del auto, casi corriendo para abrir la puerta de la casa de mi padre. Me sorprendió cuando la abrí sin necesidad de forzarla, alguien ya le había quitado el seguro.

—Cúbrete detrás de mí.

—Eso haré, no quiero morir.

—Mi valiente caballero —sisee con sarcasmo— ¿Qué haría si mi vida dependiera de ti?

—Si se tratara de ti sería diferente.

Preparé el arma y entramos en silencio. Estaba oscuro, ni siquiera el pasillo principal tenía un poco de luz, fuimos al cuarto de Hunter y estaba vacío, el de Honee también, así que entramos al de mi padre y ahí los vi, sentados en el suelo, Hunter con un golpe en el ojo y Honee con una expresión de horror.

Corrí hacia él y Mark con ella.

—¿Estás bien? — preguntamos al mismo tiempo.

Hunter asintió con una sonrisa, sin embargo, Honee buscó refugio en el castaño y comenzó a llorar.

—Hey, ya estamos aquí, dulzura— besó su cabello—Estamos con ustedes.

Hunter artículo algo con los labios, no entendí lo que quiso decir así que le hice una seña a Mark para que saliera de la habitación de mi padre junto con mi hermana.

—Honee, vamos a la cocina para que tomes algo de agua ¿Sí? — sin decir nada se levantó del suelo junto con Mark y caminaron a la puerta para avanzar a la cocina.

Cuando estuve a solas con mi hermano cerré con llave para que no nos interrumpieran.

—No fue un ladrón, Eva... era Stephan, lo vi con mis propios ojos, era él— los ojos se le llenaron de lágrimas y el miedo en su mirada se hizo presente.

El mundo se me vino abajo al escuchar su nombre y un problema nuevo había llegado a mi vida.

—No, Hunter, Stephan está muerto.

—Un fantasma jamás me hubiera hecho tanto daño, Evangeline.

Era imposible lo que decía mi hermano y no quería creerle, porque de ser así, estábamos en peligro de nuevo.

—Buscaba a papá, dijo que no lo encontró así que fue a ver a Honee. "Es una chica muy linda." Eso fue lo que dijo de ella.

—¿Estás seguro de que era él?

—Vi su cara, más clara que el agua, créeme— una lágrima bajó por su mejilla— Stephan Hearts fue quien irrumpió esta noche.

El pasado es algo que nos atormenta, porque hicimos y pasamos por cosas terrible. Todas las personas que pisaron el suelo de esta casa están condenadas y todo por culpa del mismo hombre.

Eric Hearts creó monstruos.

Stephan es uno de ellos.

Hunter también.

Hans y yo lo somos.

Incluso Mark.

Honee lo será.

Mamá lo fue.

Quien es buena persona no hace daño, quien es buen esposo no viola a su mujer, quien es buen padre no golpea a sus hijos, no los aprisiona, no les deja cicatrices.

Hace años, meses antes de que conociera a William, días después de mi cumpleaños número 18, Hans y yo fuimos secuestrados por Stephan, nuestro medio hermano, el verdadero primogénito de la familia. Dos años antes de conocer a mamá, papá tuvo un amorío con una de las empleadas de la casa de mis abuelos, por supuesto que jamás aceptaría al hijo de una simple sirviente como suyo y la vida se lo cobró cuando yo nací y no fue un varón el que marcaría su linaje.