La reina de las constelaciones (bilogía corazón)

Capítulo 27

Pedir ayuda no es de cobardes.

Narrador.

2020.

—Te lo dije miles de veces Mark, son solo dos cucharadas de sal porque si no quedará demasiado salado— Clary Holland regañó a su hijo a través de la llamada.

—Yo se lo dije— hablo Evangeline con tono divertido— pero no quiso hacerme caso, ya sabes lo testarudo que es tu hijo, Clary.

—¡Eso ya no sirve, Mark!

—Deja de gritar, mamá, mejor hablamos luego. Te amo.

—¡Adiós, Clary!

—¡No me cuelgues, Mark Rich...!

—Ups—Mark dejó su celular sobre una repisa, Evangeline le golpeó el hombro con delicadeza.

—Que grosero eres con tu madre.

—¿Quieres pizza?

—¿Es enserio?

Mark mostró una sonrisa y asintió con la cabeza, a Evangeline no le quedó de otra más que aceptar pues su cena estaba extremadamente salada.

—Solo si es con piña.

—Bien— de mala gana aceptó igual, la pizza con piña no era para nada su favorita, pero siempre complacía a Evangeline en todo lo que le pidiera, esto no sería una excepción.

Salieron de su departamento y fueron a la pizzería más cercana. Mientras esperaban en las mesas del restaurante casi vacío, Evangeline se puso a revisar cosas en su celular, Mark apoyaba en su puño para observarla.

Lucía muy linda esta noche, su cabello largo le llegaba casi abajo de los pechos, el fleco ya era parte de ella, nunca se lo dejaría crecer gracias a la cicatriz.

Mark por otro lado tenía el cabello corto y la barba recién rasurada, iban vestidos casuales, era raro verlos así, la mayoría de veces llevaba puestos sus respectivos uniformes de sus trabajos.

—¿Tengo algo en la cara? No dejas de verme.

—Te miras hermosa, me gusta ver personas hermosas, o sea que me gusta verte a ti.

A Evangeline se le aceleró el corazón y sonrió embobada.

Últimamente Mark estaba mucho más cariñoso que de costumbre y Evangeline no podía contener sus ilusiones al mínimo, cualquier cosa que le dijese, cuando la abrazaba, cuando dormían juntos, todo le hacía creer que por fin tendría su oportunidad con él.

—Que romántico.

—Solo cuando se trata de ti, nena.

Narra Evangeline:

Presente (2023)

Me encontraba sentada en la el sillón de la oficina de Crista, esta mañana al llegar a la comisaría le pregunté si podía hablar con ella en la tarde, aceptó y así fue como terminé acá.

—¿Café? — preguntó antes de agarra una taza, asentí con la cabeza y sirvió el café para luego dármelo.

—Gracias.

—No hay de que, Evangeline. ¿De qué quieres hablar? sonaba urgente.

—Necesito ayuda, Crista.

—¿Sucede algo malo? — sabía que podía confiar en ella, así que tomé aire y decidí contarle todo.

—Estoy viviendo una ensalada de frutas de desastres, no sé cómo comenzar, porque son miles de cosas las que atormentan mi cabeza en este preciso instante. En primer lugar, mis hermanos fueron atacados el fin de semana por alguien peligroso, que me hizo mucho daño en el pasado... pero se supone que estaba muerto y ahora de la nada aparece dispuesto a vengarse de mi padre.