Capítulo 19

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Pagando por una injusticia.

Narrador:
24 de diciembre /1997

—¿Quién cumple años mañana?— Charles Holland hacía cosquillas en el estómago de su hijo mientras él se reía— ¿Quién cumple un año mañana? ¡Tú!

—¿Te he dicho lo adorable que te ves actuando como un padre?

—¿Actuando? Soy padre, mi cielo— Clary sonrió embobada.

—Desde hace un año, querido.

—Y ha sido el mejor año de mi vida— el castaño palmeó sus piernas y su esposa se sentó en ellas, tomando a Mark entre sus brazos.

—También el mío. Todo gracias a ti y a este pequeñín.

Tuvieron la intención de darse otro beso, hasta que alguien tocó la puerta de su casa.

—¿Quién podrá ser?— cuestionó Clary con el ceño fruncido.

—Ni idea; iré a ver— su esposa se levantó del regazo de Charles y este camino a la entrada, al abrir la puerta, una mujer de cabellera negra, un par de ojos miel, la cual cargaba a dos bebés, sonrió... totalmente embobada al apreciar a tal hombre parado frente a ella— ¿Se le ofrece algo, señorita?

—Uhm... yo...— las palabras no salieron de su boca, estaba hechizada ante Charles.

—¿Quién era?— Clary se asomó y sonrió con felicidad al ver a Tessa Hearts y sus hijos— ¡Tessa! ¡Qué bueno verte! Creí que no vendrías.

—Clary... h-hola...

La rubia dejó a Mark en brazos de su esposo y saludó de manera cordial a su jefa y amiga. La hizo pasar y cargó al casi recién nacido de Hans Hearts. Un bebé de ojos verdes y hoyuelos.

—Charles, ella es Teresa Hearts, mi jefa— Charles sonrió con amabilidad, la pelinegra suspiró como una chiquilla al ver esa sonrisa tan linda— Tessa, él es mi esposo, Charles Holland.

—Un gusto.

—El gusto es mío, mi mujer me ha hablado mucho sobre su usted y... oh, Dios, ¿ella es Evangeline?— los ojos del castaño brillaron con ilusión al ver a la pequeña en los brazos de su madre.

—Charles adora a Evangeline y ni la conoce— soltó una risita, recordando todas las historias que le había contado sobre la hija mayor de los Hearts.

Charles anhelaba tener una niña, sin embargo, Mark resultó ser el sexo opuesto. No había problema con ello, amaba a su hijo y no lo cambiaria por nada del mundo, pero Evangeline terminaría ganándose más de un corazón de los hombres Holland.

—¿Quiere cargarla?— le ofreció Tessa, Charles no lo dudo ni dos segundos e intercambiaron a sus hijos.

Mark recostó la cabeza en el cuello de Tessa y esta besó su cabeza.

—Hola, guapo.

—¡Santa mierda, qué niña más hermosa!

—¡Charles!— gritó Clary avergonzada por el lenguaje de su esposo— lo siento, Tessa...

—No hay problema, me parece tierno.

La reina de las constelaciones (bilogía corazón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora