El mago, El Vampiro Y El Lobo

los matare si lo lastiman

El aquelarre estaba...

Ni ellos sabían que tenían pero era aterrador los vampiros vikingos prácticamente los evaluaban con la mirada, parecía que veían su vida sin siquiera preguntar.

-Quieres son ustedes- Se animó o bueno tuvo en valor de hablar Emmett

-Mis disculpas... Mi nombre es Lagerta soy la primera esposa de Racknar madre de los jóvenes que ahora van aquí- Dijo lagerta

-Mi Tío Rolo tenia rozón padre no sobrevivirán a la prueba del tío Floki- Dijo Bjron míranos a los vampiros americanos

-Tienes razón hijo no van a vivir con suerte y Harry se meterá por ellos- Dijo Racknar cruzado de brazos

-No creo que eso pase -Dijo Emmett

-Encerio?- Pregunto Ivar atrás de el

-Como es que- Pregunto o intento preguntar Esme cuando Floki también estuvo detrás de ella

-Nuestra velocidad es aún mayor que la suya señora Collen- Dijo Bjron de forma caballerosa

-Eso no explica por qué están aquí?- Dijo Edward

-mhm... Edward no es así?- Pregunto Ubbe

-Si, soy yo- Dijo Edward

Ubbe sonrió al igual que todos en el aquelarre Vikingo antes de que todo de la nada se volviera negro o así lo vieron los vampiros más jóvenes.

Floki creo una de sus muchas iluciones haciéndolos creer por un momento que estaban a oscuras y apenas podían ver.

-Creyeron que nos iríamos cuando un miembro de nuestro aquelarre esta cerca de un posible peligro?- Pregunto la voz de Rolo

-Muestren se no sean cobardes!- Grito Rosalie

-Cobardes? Niñita insolente- Dijo Lagerta propina dile uno de los golpes más dolorosos que Rosalie pudo aver sentido

El puño de Lagerta se estrello en el pecho de Rosalie asiendo la estamparse con una de las ventanas de la casa, no ocupo toda su fuerza ni siquiera una desima  parte de haberlo hecho la abría matado o por lo menos abría roto una buena cantidad de su cuerpo.

-Rosalie!- Grito el aquelarre Collen

-Es en cerio? Esperaba más de ustedes- Dijo Floki aburrido

-Que quieren?!- Grito Carlisle

-Solo queríamos ver si son una amenaza para Harry... No dejaremos que lo lastimen una vez más- Dijo todo el Aquelarre Locbrock

-No le haríamos daño a Harry- Dijo Esme

-Eso dicen ahora... Muchos lo han dicho y ninguno a dicho la verdad... Harry es alguien que necesita personas o criaturas que valgan la pena, la guerra en la que se vio envuelto desde que tenía un año de vida lo a afectado demasiado- Dijo Lagerta con voz sería

-No dañaremos a Harry!- Grito Carlisle

-No hay garantía de que no lo aran!!- Grito Rolo

-Por qué tanta protección asia el?!- Grito está vez Jasper

-Harry es un miembro de nuestro aquelarre y es familia... Ustedes nunca sabrán por qué...- Dijo Racknar

Floki alteró un poco la ilusión en las que los tenía, está vez les mostró la guerra en la que Harry tuvo que participar.

Howards estaba en ruinas los hechizos volaban de todos los colores y todos los conjuros, restos de lo que fueron grandes paredes de piedra ahora estaban por doquier, estudiantes de Howards de cualquier edad y grado estaban tirados en el piso sin vida alguna, vampiros aprovechaban la oportunidad para saciar su sed de sangre alimentándose de los cadáveres, los gigantes movían de un lado a otro sus grandes y toscas armas que quitaban la vida a algún mortifago o estudiantes sin importarle que estará en el camino, guerreros de piedra que una vez fueron simples decoraciones del castillo peleaban a muerte contra las arañas y magos que estaban hay con la noble intención de salvarle la vida a los estudiantes, las arañas atacaban sin compasión alguna a los estudiantes que estaban serca, los hombres lobo aún que estaban del lado oscuro no participaban en la batalla puede que fueran bestias o bien tuvieran una dentro suyo pero nunca lastimaría a niños que apenas saben que demonios estaba pasando, los dementores no perdían oportunidad para atacar a ambos bandos para robar sus preciados recuerdos, los mortifagos también tenían importantes bajas, muchos alumnos que eran excelentes duelistas en clase ahora eran excelentes contrincantes para los atacantes, la muerte estaba en todos lados, los estudiantes que apenas podían sostener un duelo eran los primeros en caer muertos en la cruel batalla que se desarrollaba.