Capítulo 25 "Veintiocho"

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—¡¡Louis!! —gritó, con todo el amor y dolor que había acumulado por años, escapando por cada célula de su sistema, aquel alarido desgarró su garganta mientras llamaba un nombre a miles de kilómetros lejos.

La voz de Louis diciendo "Es tu hijo" retumbó en su pecho igual que un trueno en el firmamento; mientras el llanto lo liberaba de su prisión. Y rió en alto también, porque la vida era caótica e impredecible, pero pintaba para ser maravillosa.

Durante mucho tiempo, una parte de sí había muerto, esa parte que añoraba ser padre, quizás podría recuperar su trabajo, su dinero, su confianza incluso, pero nada de eso importaría porque su paternidad seguiría siendo inexistente y eso lo destruyó un poco más, Fue entonces que Louis llegó, extendiendo su abrigo hacia Harry, compartiéndole una manta cálida llamada Ted.

Esa parte que creyó muerta antes, los Tomlinson la revivieron.

Aquel descubrimiento irrumpió su desequilibrio con un golpe súbito, "Ted es tu hijo" seguía repitiéndose como el bucle más hermoso, una frase simple pero poderosa, una frase que se asentó cálida en sus entrañas, una verdad que desterraba sus anhelos de volver a sentir que pertenecía a una familia... su familia.

Después de colgar la llamada a Zayn, Harry ni siquiera tuvo tiempo de buscar una maleta, sin dejar de abrazar su portátil, apenas pudo tomar su billetera y pasaporte y corrió. No reparó en la facilidad de un taxi, él solo quería correr a su encuentro. Habría volado directo a casa si pudiera, pero los límites físicos eran un problema, lo supo cuando el aire comenzó a faltar y sus pulmones y piernas entraron en conflicto.

Un caudal de sensaciones refrescó su alma mientras la luna brillaba en lo alto y él esperaba en la sala de un aeropuerto, buscó el siguiente lugar donde su chico se estaría presentando y rogó al Universo por una última oportunidad.

Mientras esperaba su vuelo, abrió de nuevo su portátil y reprodujo los videos una y otra vez, sus ojos no se cansaban de ver a sus chicos, riendo, jugando, o simplemente viviendo felices y libres como lo merecían. Había visto tantas veces cada video hasta memorizarlos, podía fácilmente repetir e incluso anticipar cada monólogo de Louis, cada palabra se había grabado en su memoria, igual que cada imagen de SU hijo.

Pensar en Ted como suyo, como su hijo era desconcertante y sobrepasaba todo lo que había conocido, no podría amarlo más incluso sin conocerlo realmente, ese niño representaba todo lo que un día le había sido arrebatado, Louis tenía razón, Ted era esa nueva brújula que lo estaba guiando a casa, era la llave de la felicidad, aquello que le recordó que ningún mal es para siempre.

Creyó que era su final pero solo era la puerta nueva para su transformación, su nueva realidad: ¡era padre! Y esta realidad era más grande que todas sus pesadillas vividas.

Mientras el avión comenzaba a despegar, Harry tomó aire y sonrió con nervios, tenía miedo de cómo resultara, pero estaba harto de la culpabilidad y la tristeza, no podría seguir sumido en la miseria cuando su niño esperaba conocerlo, Louis lo había dicho así en el último video y Harry se aferró a eso, suficiente motivo para no abandonarse más.

La emoción por estar cerca de Ted era indescriptible, pero no era lo único, cuando Harry declaró irse a casa, era en Louis en quien pensaba, su hijo era la brújula... Louis era el hogar.

Cuando sus pies finalmente tocaron suelo, Harry estaba envuelto en nervios y ansiedad, tenía una sobrecarga de emociones que se contraponían, pero cada que vez que pensó en dar marcha atrás, la pregunta de Louis se repetía "¿Vendrás a casa?".

Pensó en ellos esperando por él y sonrió, decidió que esa sería su mejor arma para ir por sus sueños, por su familia. Nunca antes se sintió tan listo como para darle cada parte de su ser a alguien, pero allí estaba, corriendo por calles desconocidas que lo llevaran hacia aquellos a quienes amaba locamente.

"Amarte es el antídoto"Where stories live. Discover now