-Harry, creo que deberías conocer al amor de mi vida- dijo Louis mientras Harry sintió el mundo engullirle, temía encontrar a un tipo alto y bien parecido, en su lugar encontró a un pequeño de ojos verdes que le recordaban a alguien -este es Ted, mi...
"Hola, he visto esto en una tienda, no pude evitar comprarlo. ¿crees que le gustará? O ¿podría odiarme por ello?"
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La foto mostraba un diminuto conjunto para bebé, obviamente del Capitán América. Sería difícil ignorar la emoción que Chris mostraba cuando hablaba del bebé. Una absoluta mentira negar que, de algún modo; Louis sentía que compartir con el rubio era algo prohibido, aquello debería ser una conversación con el padre, un ligar que Chris ganaba poco a poco.
Sí, es como si ese pedacito de cielo que crecía en el vientre de Lottie ya fuera suyo también, tal vez era porque nunca había desechado la idea de ser padre, o quizás era porque el castañito, era la otra pieza de una familia.
"No quiero que cuando sea adolescente me recrimine"
Una onza de angustia se vació en el pecho de Louis cuando comprendió el peso de ese mensaje. Chris se veía con ellos en un futuro a largo plazo, el actor no se miraba a sí mismo como alguien temporal y eso, sacudió su sistema.
Después de todo, desde que conoció a Harry, imaginó un futuro, quizá 30 años más tarde donde ambos estuvieran bailando en la boda de su hijo, todavía podría tener eso, solo que; existía la posibilidad que la mano que lo sostuviera fuera entonces de Chris, no de Harry.
Dejó su teléfono en la mesita y se hundió entre sus sábanas. Una mano cálida peinó su cabello, exhaló debajo de las mantas, incapaz de mirar a su madre.
—Mamá, ¿Crees que Chris podría estar como...confundiéndose?
—¿En qué sentido?
—Bueno, él...—tomó una respiración antes de continuar porque todavía se sentía extraño traer a Chris en el mismo plano que Harry había estado por años— ¿y si piensa que yo, es decir; que él y yo...tú sabes.
La sonrisa de Janine le tranquilizó, tomó su mano para dejar un beso en ella y comenzó a calmar una de las muchas tormentas de su interior.
—No, creo que la vida nos pone a las personas que están destinadas a conocerse, eventualmente se encontrarán.
—Pero ¿y si yo no estoy listo? Es decir, seguro no lo estoy. Además, prefiero quedarme en este punto antes de joderla.
—Imagina que el camino a tu corazón está lleno de advertencias, todas esas actitudes, esas palabras que le han advertido que el último inquilino dejó desastres y que está en reparación, si todavía así Chris quiere conducir por ese camino, déjalo, tal vez él sea el especialista que puede ayudar a repararlo... deja la puerta abierta al amor, Cariño.
—No necesito un novio.
Janine sonrió en complicidad antes de su respuesta.
—No mencioné una relación amorosa, pero necesitas amor.
