Capítulo 4 "He rogado por un amor de verdad"

439 75 71
                                    


Dudó muchísimo antes de aceptar aquella invitación hasta que, sin darse cuenta ya estaban en un pequeño y discreto café. Chris corrió la silla para él y aquello fue agradable, Louis reconoció.

—Entonces...Louis —dijo el rubio, se formó un silencio en el que ambos vacilaron sin saber qué decir —y...¿siempre te has llamado así?

"Idiota" se dijo a sí mismo cuando notó la pregunta absurda, Chris estaba realmente nervioso, y la belleza del castañito no ayudaba, puso reconocer que no se encontraba en sus mejores días, pero así, con la sojeras marcadas y una delgadez preocupante lo encontró hermoso, ¡Cómo sería en sus días de apogeo!

—Mhm creo que si —sonrió enternecido por el comentario anterior.

—Perdón —rió —estoy algo nervioso.

—¿Por?

—Bueno, no todos los días puedes estar tomando un café con tu ídolo —sonrió tontamente cuando recordó el crush que tuvo en Louis tiempo atrás, cuando la banda estaba activa.

—¿Idolo? —preguntó asombrado —no creí que tú, bueno.

—¡Soy tu fan! Tu voz es increíble y creo que realmente ustedes eran buenos.

—Gracias —por un momento más la conversación se detuvo debido a la chica que los atendió —he visto algo de tu trabajo, pero creo que no te conozco tanto como Har —se cortó a sí mismo cuando aquel nombre estuvo a punto de salir de sus labios. Intentaba no nombrarlo por el simple hecho de que odiaba el gesto de compasión que los demás hacían cuando sucedía. Sin embargo, el rubio pareció no inmutarse por ello.

—Entonces nos conocemos —respondió Chris con una preciosa sonrisa.

—Humm no creo.

—No, no —sonrió tímido esta vez cuando volvió a hablar —era una propuesta, ¿nos conocemos?

El rubor entonces lo tuvo Louis, sus manos temblaron un poco antes de mirarlo. Sus cejas se arquearon un poco y sintió hundirse ante la idea de que alguien los viera, no estaban haciendo nada malo, pero se perdió por un momento, con miedo. Las horribles secuelas de haber vivido escondidos y fingiendo por tanto tiempo, solo desencadenaba recuerdos amargos.

Ahora estaba ahí, frente a un hombre apuesto queriendo conocerlo pero ¿para qué? No se sentía bonito o siquiera alguien agradable para conversar. Su cuerpo tomó una postura encorvada cuando pregunto:

—¿Por qué?

—¿Por qué?! —repitió Chris con genuino asombro—¡Dios! Eres la persona que he querido conocer desde hace años! Soy tu fan, te lo dije. Solo quiero que seamos amigos, si tú quieres ¿quieres?

—Pero... lo siento no, no estoy en mis mejores momentos y no dispongo de mucho tiempo-

—Yo tengo disponible hoy, mañana y...el resto.

—No me conoces, ¿cómo sabes que soy alguien agradable?

—Porque me conozco a mí —enfatizó Chris— y tengo buen ojo y, te voy a querer...conocer—rectificó solo porque el ceño de Louis se frunció con la primera parte de su respuesta— siempre.

—Eres un tipo insistente.

—Lo vales. Anda, di que sí. —suplicó con un coqueto tono seductor—si me dices que sí, te contaré un secreto.

—¿Cuál?

—¿Eso es un sí?

—Es un "dime el secreto ahora o terminarás ese café solo".

"Amarte es el antídoto"Where stories live. Discover now