Capítulo 18 "Zayn"

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—Richards —llamó Louis a través de la bocina en cuanto llegaron a su casa, Ted corría detrás de Zayn y el reloj avanzaba sin tregua para Harry, necesitaba saber cómo iba aquello que llevaban meses planeando —¿Qué noticias me tienes?

—Louis, —saludó su nuevo mánager —estaba por llamarte, casi lo tenemos, hicimos una oferta que no puede desechar. Tenías razón —confirmó satisfecho —Salomon Coldwell es un hombre demasiado ambicioso.

—¿Firmó?

—Aún no, pero estoy seguro que lo hará pronto. Uhm, Louis —habló con mesura Richards, intentando ser claro —¿estás totalmente seguro de esto? Es demasiado dinero, estás perdiendo más de lo que pensamos y...

—Estoy seguro —interrumpió —. Además, no es dinero perdido, sino invertido. ¿Hiciste lo otro que te pedí?

—Sí, esa fue una jugada maestra, —celebró Richards con anticipación —Salomon ni siquiera lo espera. Louis, necesito que seas claro y no confundas las cosas, la cantidad de dinero es realmente considerable, esto te dejará casi en ruinas hasta que el siguiente tour se complete, así que ¿qué pasa con tu patrimonio? ¿Has pensado en tu hijo? No puedes desampararlo.

—Créeme Richards, esto lo hago pensando en mi hijo, en mí y en Harry, —suspiró emocionado — si todo sale como espero; Ted jamás quedará desamparado, por el contrario; tendrá a sus dos padres para él.

El nuevo sello de Louis era todo lo que él siempre quiso, Richards trajo un equipo de abogados especializados en contratos para los artistas, por petición de Louis. Era verdad que su fortuna disminuiría considerablemente; pero, finalmente Harry sería libre. Los abogados de Richards eran verdaderas fieras, expertos en desarmar cláusulas imposibles de cumplir, no tenían piedad para destrozar.

Salomon Coldwell solo era el próximo a derribar.


(...)

Bajó del auto y caminó directo hacia el edificio, no conocía la dirección, pero había seguido las instrucciones y encontrado el número que indicaba el departamento correcto. Tres golpes contra la puerta, un silencio y tres golpes más sonaron acompasados, Harry caminó desde dentro, apenas vestía ropa de andar por casa, se asomó por la mirilla y se sorprendió cuando lo vio.

—Hola. ¿Puedo pasar?

Se movió hacia un lado, dejándole el paso libre, pero permaneció detrás de él, incluso después de cerrar la puerta.

Zayn caminó con pasos lentos, deslizándose por el espacio de la sala, movió algunos objetos del sofá y se sentó. Una mirada a su alrededor y la visión de un Harry ojeroso y triste le hicieron imaginar el tipo de día que estaba teniendo.

—¿Louis está bien? ¿Ted? —inquirió preocupado —¿Pasó algo?

—Ellos están bien —Zayn asintió y Harry respiró aliviado, pero permaneció en su lugar, lo suficientemente lejos —No estoy aquí por eso de todos modos —se acomodó en el reducido espacio y esperó por Harry —Ha pasado mucho tiempo desde la última vez.

—Lo sé —seguía de pie, con las manos dentro de los bolsillos, totalmente derrotado ante la inminente ola de reclamos que creyó vendrían —Si vienes a reclamarme, solo déjame decirte que ya lo estoy pagando. Pero si aún qu-

—Harry —cortó, ni siquiera obtuvo su mirada pues el ojiverde seguía cabizbajo —No he venido a reclamar nada. Estoy aquí porque tenemos algo pendiente.

—Zayn —resopló, cansado de huir —puedes verlo; no hay nada aquí que puedas tomar de mí,—Harry caminó por la pequeña sala con la postura encorvada y el tono de voz ronco, la imagen exacta de la decepción, de aquel que no puede ponerse en pie porque la culpa y la vergüenza pesan demasiado —Nadie a quien le importe en realidad.

"Amarte es el antídoto"Where stories live. Discover now