Chris Evans | One Shots

O.S 45: "Sweet or Kiss?" 🎃

¿Conocen ese dulce cosquilleo que aparece en el centro de tu estómago cuando piensas en alguien que te gusta? ¿Que te atrae? Justo ese mismo cosquilleo comienza a hacerse presente en mí.

Los últimos tres meses habían sido los mejores de mi vida porque tuve la oportunidad de trabajar con Chris como su maquilladora. 

No había mañana o madrugada en la que el estómago no me doliera por las incesantes risas que compartíamos y no había momento donde nuestras profundas charlas no fueran algo cotidiano. 
Había algo en él, a parte de su obvio atractivo físico, que era tan atrayente que me era imposible no sentir algo. Tal vez era la amabilidad que prácticamente emanaba de sus poros o la ingeniosa habilidad para hacerte reír con cualquier tontería, pero la realidad era que me tenía a sus pies. 

El solo pensar que voy encontrarlo en la fiesta de esta noche, hace que mi concentración sea un desastre y que confunda los orificios correctos por los cuales debo pasar el lazo de mi corsé.

—No puedo esperar a que lo veas—la risita emocionada de mi amiga aparece en el baño y el cosquilleo se intensifica en mi estómago.

—No te emociones—bufé desatando el corsé para volver a atarlo por tercera vez—. Siento que cuando lo vea voy a salir corriendo de los nervios.

—Cuando te vea en ese disfraz, estoy segura de que no dejará que te vayas a ningún lado—aseguró coqueta mientras retocaba la mascara de sus pestañas.

—Ya, en serio, Molly—reí ofuscada—. ¿Piensas que vaya a gustarle? ¿Que en verdad siente algo por mi? ¿Algo que sea más que indirectas e insinuaciones?

—Ya deja de decir tonterías. Solo son los nervios hablando—soltó entre risas, tomando la larga chaqueta de cuero rojiza que estaba colgada junto a la puerta—. Chris será un dios griego para muchas, pero a él le interesan las mujeres que ven más allá de eso y que no intentan ser más de lo que son para llamar su atención—mis brazos se deslizaron por la chaqueta, analizando cada palabra que mi amiga decía—. Ese hombre está loco por ti. Y quiero que recuerdes que lo encantaste con tu forma de ser y ese trasero—bromeó al palmearme.

—Idiota—solté entre risas, tomando mi celular.

Un mensaje de Chris apareció en las notificaciones y una idea apareció en mi cabeza.
Acomodé mi cabello a un lado, reposé una mano en el mostrador del baño y tomé una foto donde se veia parte de mi disfraz, en específico el corsé que se ceñía con deleite a mi cuerpo.
Envié la foto diciendole que en unos minutos estaría allí y respiré hondo, intentando no pensar que tal vez había sido  algo atrevida.

Antes de que pudiera reprocharme, la notificación de un nuevo mensaje llegó y el corazón casi se me sale del pecho.

"Ya deja de ser mala conmigo y ven ya aquí. ¡Necesito verte! 😥"

En cuanto entramos a aquella discoteca, la cual era una de las más grandes de la ciudad, la vibración de la música se coló por cada parte de mi cuerpo.