One Shots de nuestro Dorito favorito ❤
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Agradecería que no usaran mis historias sin mi consentimiento ya que dedico mucho tiempo en ellas.
🥇1 en chrisevans (27.04.21 y 27.08.22)
🥇1 en historias (25.09.22 al 27.09.22)
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El tránsito volvía a congestionarse como antes, los restaurantes volvían a llenarse de clientes como si dos años de pandemia no hubieran pasado pero yo sé que todo es diferente. Más allá de que todavía hay ciertos protocolos y de que las mascarillas forman parte de nuestro cotidiano, aun no logro sentirme cómoda. No es porque tuviera miedo a enfermarme sino es que la pandemia logró que una parte de mi que creí superada volviera a surgir.
La noche y el clima primaveral acompaña la velada entre amigos que estamos teniendo pero parte de mi no logra conectarse con la situación. Mis sentidos no encuentran la manera de concentrarse en la divertida charla que tienen mi hermano, mi cuñada y Chris, y eso solo está logrando que mi pierna izquierda no deje de moverse. <<Concéntrate, _________(tn). Ya has pasado por esto. Solo respira.>> Pero no lo lograba. Observé la salida del restaurante y luego el horario en mi celular. 21:30hs. No podía irme, recién comenzaba la noche. Pero tampoco sentía la fuerzas suficientes para soportar esta situación. <<¿Qué mierda hago? Tengo que salir de aquí.>>
-Pide otra ronda-le dijo Sebastian entre risas a Chris-. Ya vuelvo.
Mi hermano depositó un casto beso sobre la cabellera rubia de Alejandra y se alejó de nosotros para ir al baño. Mientras Chris se disponía a llamar al mesero, una lamparita intermitente se iluminó en mi cerebro y decidí que era el momento de salir.
-Ahora vengo-anuncié con una media sonrisa al tomar mi celular y levantarme.
Alejandra y Chris no lograron preguntarme si todo estaba bien porque en verdad no les di tiempo. Necesitaba respirar. Necesitaba dejar de escuchar todo ese ruido en mi cabeza.
En cuanto mis pies tocaron la acera, mi boca inhaló todo el aire que pudo y que a pocas penas logró llegar a mis pulmones. Guardé mi celular en el bolsillo trasero de mis jeans y me acerqué a la barandilla que se extendía en la esquina de la calle, la cual del otro lado tenía una gran avenida. Aferré las manos al caño de esta y dejé caer mi cabeza hacia adelante, intentando respirar hondo mientras cerraba los ojos. <<Vamos, _______(tn). Respira, respira.>> No podía. <<Necesito salir ya de aquí.>>
-Voy a ir a ver si está bien-dijo Chris al verme desde lejos por una de las ventanas del restaurante.
-Avísame si necesita algo-le pidió preocupada Alejandra.
Chris asintió y se dirigió al exterior mientras Sebastian salía del baño, y lo veía ir afuera. Lo observó con el ceño fruncido solo hasta que notó dónde estaba yo. Sabía lo que ocurría y eso lo hacía sentir impotente otra vez. Igual a la última vez.
-¿Estás bien?-preguntó Chris con calma al acercarse a mi.
Negué con la cabeza, sintiendo como las lágrimas quemaban en mis ojos por querer salir.
