Chris Evans | One Shots

O.S 22: "The beautiful director"

Chris Evans

Si había algo que aquella mujer había deseado hacer toda su vida, eso era poder presenciar algún rodaje de alguna película de Marvel o si tenia demasiada suerte, dirigir unos segundos de ella.

En cuanto puso un pie en aquella locación, los nervios comenzaron a aparecer en su estómago por lo que decidió tomarse su tiempo antes de acercarse a donde estaba todo el equipo técnico y el elenco de la película.

-¿Es cierto que _____(tn) vendrá hoy?-preguntó Sebastian a Anthony mientras bebía un poco de agua ya que todos estaban en su tiempo de descanso.

-No lo sé, le pregunté a Joe y no quiso decirme nada-soltó con fingida molestia.

-¿Ahora qué te sucede Mackie?-bromeó Chris al acercarse a ellos mientras movía sus hombros hacia atrás para relajar sus músculos.

-Escuchamos por ahí que ____(tn) vendría de visita-comentó Sebastian con una sonrisa ya que sabia cuánto admiraba Chris a aquella mujer.

-Es broma, ¿cierto?

-No lo sabemos-dijo Anthony algo impaciente porque no sabia a quien preguntarle-. Pero les juro que si viene, soy capaz de suplicarle para que me incluya en alguna de sus películas

Sebastian y Chris rieron ante la sola idea de ver a Anthony suplicando, pero el interprete de Steve Rogers solo pensó en que realmente le gustaría conocerla en persona.
Aquella mujer estaba dando de que hablar hace varios años por las películas que dirigía y escribía, y no se podía negar que mas de uno allí se moriría por tener la oportunidad de hablar con ella.

Aunque muchos en la industria creyeron que su éxito solo duraría una temporada, lo cierto es que ahora era un ejemplo para millones de jóvenes cineastas alrededor del mundo y principalmente, lo era para las mujeres latinas a las que siempre defendía con fervor para que fueran incluidas en el mundo del cine.

Luego de calmarme mentalmente, comencé a caminar en dirección a donde me habían dicho que estarían los hermanos Russo.
Sin mucha dificultad, pude divisar a Joe de espaldas e inmediatamente lo abracé por detrás de sus hombros, logrando que se sobresaltara.

-Oh por dios-exclamó entre risas, poniendo sus manos sobre mis brazos-. Me asustaste-dijo al dar vuelta y tomarme con suavidad por los brazos-. Ven aquí, te extrañé tanto

Joe me estrechó entre sus brazos y sin dudarlo correspondí su abrazo.
Ambos nos habíamos conocido hace seis años atrás, cuando yo estaba tomando un curso en Los Ángeles, en un instituto de cine, y el profesor a cargo me presentó ante él y Anthony.
Luego de que aquel hombre le comentara sobre lo prometedor que se veía mi trabajo en cuanto a guiones y dirección, ambos me invitaron a presenciar el rodaje de una de sus películas a modo de aprendizaje. Claramente no lo dudé y acepté aquella invitación, la cual me llevó a entablar una gran amistad con los dos.