First Date ♡

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Mi cuerpo se mueve de forma automática, sabe a dónde dirigirse, pero aun así todo a mi alrededor se siente como un viejo film que se reproduce sin sonido.
El corazón me golpea con fuerza, ahí donde antes intentaba matarme por miedo.
Esta vez algo es distinto e intento retenerlo conmigo aunque no sé bien qué es.
La luz brillante de la mañana y el calor abrazador de un inminente verano me avisan que estoy cerca, y eso solo logra que mi estómago se contraiga.
¿Es emoción? ¿Es incertidumbre? ¿Es miedo?

Respiro una gran bocanada de aire, una que pasa con dificultad por mis pulmones y camino los últimos pasos de lo que va a ser el comienzo de una gran prueba para mi.

Siento las neuronas tratando de acomodar los pensamientos, las sensaciones y por un momento creo que me abrumo. Ni siquiera sé que pasa por mi cabeza y mi cuerpo.
Solo sé que ahí estás.
Es real. Esto es más que real. No es solo la fantasia de la noche anterior donde imaginaba cómo sería el momento en que te viera por primera vez.

Estas de espaldas, sentado en un banco de plaza de cemento, ajeno a lo que pasa a tu alrededor.
En tus manos hay un libro y tu atención por un momento se desvía hacia donde yo estoy.
Creo que el aire se me escapa y la sangre se me hiela al ver el brillo en tus intensos ojos azules, y esa hermosa sonrisa que se plasma en tus labios.

No recuerdo si alguno dice algo, sinceramente todo alrededor mio desaparece en cuanto te abrazo.
¿Cómo es que un desconocido puede hacerme sentir en paz con solo rodearme entre sus brazos?
Ese pensamiento y esa sensación se quedan en mi por un largo tiempo, aun cuando nos separamos y vuelvo a encontrarme con tu mirada.
Es intensa, genuina y podria decir que hasta intimida, pero hay algo en ella que me incita a no perderla de vista.

Durante las dos o tres horas que compartimos juntos me repito una y otra vez cómo pude ser tan afortunada de tenerte como mi primera cita.
Ni en mis más locos sueños podría haberme imaginado en esa situación, sintiendome a gusto -aún cuando lograste bloquear mi mente con tus preguntas existenciales y descubriste en dos segundos mis gestos nerviosos-.
De vez en cuando te observo y pienso en qué obstáculos tuviste que atravezar para ser así de seguro con vos mismo.
La admiración y la intimidación se me mezclan en el estómago, y me hacen dudar de mi misma frente a un futuro totalmente incierto, y fantaseoso.
Respiro una vez más y alejo esos estúpidos pensamientos, tratando de centrarme en vos.
No es muy difícil hacerlo. Hay algo en tu forma de ser que es imposible no prestarte atención.
Tal vez es tu sentido del humor y la tierna manera en que tu mano viaja a tu pecho cada vez que ries, pero me gusta la sensación que produce en mí; más aún cuando hablás de las cosas que te hacen feliz, que te hacen tan vos.

Caigo en la cuenta que las horas pasaron y eso significa que vamos a despedirnos.
Pero... ¿cómo me despido de vos? ¿qué se supone que debería hacer?
Las preguntas se agolpan en mi mente y durante todo el trayecto a la estación me doy cuenta del silencio entre nosotros.
Te das cuenta de que estoy pensativa y rápidamente lo niego, y maldigo por dentro que en tan poco tiempo logres analizarme tan bien.
Noto en tu sonrisa la gracia que te causa y me es imposible no unirme a ella. Sé lo patética que me veo al comportarme así, pero me da igual.

La hora de la verdad llega y mi mente se queda en blanco.
Tu mirada intensa y esa sonrisa que se acaba de convertir en mi fotografía favorita no me ayudan en nada, y me maldigo internamente por sobre pensar todo.
Te agradezco por la mañana que me hiciste pasar a tu lado, te abrazo y beso tu mejilla en un intento por acomodar mis pensamientos, y tomar coraje.
Pero este no aparece como me hubiera gustado.
Solo te doy un casto beso de despedida y puedo sentir como el corazón se me estruja.
No quería eso. Quería besarte al punto de saber que tan suaves y cálidos eran tus labios. Sentir que no estaba soñando todo aquello.
Te burlás con gracia y ternura de cuánto tardé en decidirme, y yo solo me rio en respuesta, alejándome lo más pronto posible.

No me doy cuenta de lo rápido que camino hasta que me falta el aire y el corazón me golpea con fuerza el pecho.
Me siento a la espera del autobus y el mundo me abandona.
Solo estamos mis sentimientos y yo.
Y no sé cómo tratarlos, no sé qué hacer con ellos.
Las personas pasan delante mio, ajenos a lo abrumada que me siento y por un momento creo que voy a romper a llorar.
Respiro con dificultad, intentando alejar esos pensamientos que me dicen que hice todo mal y por un momento deseo que no me escribas.
Trato de mantener la ansiedad a ralla, pero ella toma las riendas y me transporta a un futuro imaginario, y cruel.
¿Qué podría gustarte de mi?
¿Acaso podría interesarte alguien que recién empieza a descubrir la vida sin miedos? ¿Que recién comienza a construir la seguridad en si misma? ¿El valor que tiene ella y sus sueños?
Cierro los ojos con fuerza, trato de sepultar la angustia y vuelvo a la realidad que me rodea.
Aún cuando en el fondo siento que no valió la pena, aún cuando no soy consciente de lo que logré.

Rememorar lo que me hiciste sentir la primera vez que te vi solo me hace confirmar lo afortunada que fui de toparme con vos.
Miro hacia atrás, a ese día primaveral donde descubrí tu sonrisa, y solo puedo sentir alegría.
Es gracioso ver lo que miles de sentimientos e inseguridades me causaron en un día, pero estoy más que agradecida de haber estado con ellas.
De comprender y sanar. De entender que las primeras veces siempre van a estar acompañadas de miedo e incertidumbre, pero que no son eternas.

Hoy pienso en vos y vuelvo a sentir la tranquilidad que me generan tus abrazos, y de la seguridad que me dan tus palabras.
Deseo que la vida te de lo mejor de ella porque la forma en que supiste tratarme fue de las cosas más bonitas que me pasaron en la vida.
No tengo idea de qué nos depare la vida, pero sé que voy a estar eternamente agradecida de que mi camino se haya cruzado con el tuyo.

―¿_____ (tn)?

Unos pasos se adentran en la habitación y mi vista viaja hacia la persona que se acerca hacia mi.
Me regalas una de esas sonrisas que tanto amo y me es inevitable no sentirme como una maldita suertuda.

―¿Estas lista?―pregunta al acercarse por detrás de mi y agacharse un poco para besar mi frente.

―Si, estoy lista―aseguro tirando mi cabeza hacia atras para que bese mis labios.

Chris me complace dandome un beso que solo me hace desear que cancelemos la noche de cena familiar, pero hago un increíble esfuerzo por no darle rienda suelta a mis pensamientos impuros.

―Vamos o llegaremos tarde―susurra sobre mis labios antes de salir de la habitacion y dejarme con la respiración entre cortada.

Cierro los ojos un momento y rio al reconocer el poder que tiene sobre mi.
Observo una ultima vez mi diario, aquel que guarda miles de recuerdos y sentimientos, y lo cierro para poder ir a disfrutar de la persona responsable que cambió mi vida para siempre.

_____________________ ♡ ___________________

¡Hola! Acá estoy otra vez.
Mi vida tomó un rumbo muy diferente estos últimos meses y es una de las razones por las que no estuve escribiendo.
Deje de disfrutar de esto, me perdí en la presión de cumplir y hacerlo perfecto, y olvidé lo que significa para mi escribir.
Hace unas semanas me di la oportunidad de intentarlo de nuevo y salió esto.

¡Felices Pascuas! 🐰
Les envio todo mi cariño ❤️

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⏰ Last updated: Mar 31 ⏰

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Chris Evans | One ShotsWhere stories live. Discover now