Capitulo 3

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El día pasa y la tarde llega, el recorrido sigue siendo el mismos; por las vías del tren, voy de ultima, detrás de Joe y Daryl, escuchando su conversación.

-cuál es su plan, ¿Daryl?

- ¿de qué hablas?

-ahora están aquí, pero ¿pronto se irán?

-si- no le miente y me doy un balazo espiritual.

-entonces, ¿Cuál es el plan? - me llega a la cara el humo del cigarrillo de Joe.

-queremos encontrar un lugar, tranquilo en lo posible- me meto en la conversación, haciéndolos voltear.

- ¿el grupo no está a tu altura?

-algunos de ustedes no parecen muy amables.

-tu tampoco pareces muy amable, señorita, aquí afuera se necesita un grupo.

-tal vez no- habla Daryl.

-sí, deberían quedarse con nosotros, no hace falta ser amable, ni ser simpático, ni ser compañeros de armas- un durmiente se acerca al grupo mientras hablamos y entre los de adelante le matan- solo hace falta respetar las reglas- Joe me pasa el cigarro- decir cuando algo es tuyo; no robar o te matamos, sé que parece raro, pero nadie ríe cuando algo desaparece y no mentir, porque ese es un camino sin retorno.

- ¿y qué pasa si alguien las rompe? - pregunto fumando.

-reciben una paliza, la severidad de la misma depende del delito y la actitud general del delito, pero no suele ocurrir, porque cuando los hombres como nosotros respetan las reglas y colaboramos un poco, el mundo es nuestro. Alto ahí, allí pasaremos la noche- señala una especie de bodega.

-oye, no hay un "nosotros"- le dice Daryl.

- ¿se van ahora mismo? - me quita el cigarro de las manos- ¿no? - pregunta después que no respondemos- entonces parece que si hay un "nosotros"- nos miramos sin saber bien que hacer- ¿te gustan los gatos? Daryl, a mi sí, me encantan desde que tenía tres años. Son animales ariscos, como sea te diré algo muy cierto, nada más triste que un gato callejero que se cree casero.

Joe camina con los demás, dejándonos solos.

-ese hombre habla mucho- paso mi mochila de mis hombros a mi pecho y saco media cajetilla de cigarros y un encendedor con un sol dibujado- ¿quieres uno? Me dejo con las ganas- le extiendo un cigarro y tomo uno para mí, enciendo el mío y me acerco para encender el suyo, me doy cuenta de lo claros que son sus ojos, un azul fuerte que con la luz parecen más bien grises.

Los seguimos dentro del almacén y Daryl cierra la puerta detrás de él, hay varios autos abandonados y oxidados.

-aquí no están, esto lleva bastante tiempo vacío, quienes hayan sido se llevaron el combustible- habla uno de ellos, me pregunto a de quien hablan.

-no importa, nos estamos acercando, lo siento- responde Joe.

-mío.

-mío.

-mío- escucho a tres decir escogiendo el auto donde van a dormir, veo a Len amagar en decirlo y antes de darle el gusto, hablo.

-mío- tiro mi mochila en la camioneta blanca, Len me mira casi matándome con la vista pero sin reclamar, le guiño un ojo a Daryl y le hago una seña para entrar, este me da una media sonrisa. Len se hecha a un lado, acomodando varias cosas para tirarse en el suelo y noto como Joe me mira levantando las cejas.

Nos acomodamos dentro de la camioneta y Daryl me ayuda a mover mi asiento hacia atrás, al igual que el suyo, pongo el seguro del auto en ambas de nuestras puertas y miro el techo del auto, sintiéndome un poco más segura que la noche anterior, termino de fumarme el cigarro y lo apago en el posavasos.

Un lindo fanfic de Daryl Dixon (PAUSADA)Where stories live. Discover now