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12 𝚍𝚎 𝚍𝚒𝚌𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 2024
— Matías, movete, dale pajero, déjame ganar loco.
— para Julian, aprende a perder. –se ríe.
— ¿Ya están ustedes?. –habla Amira–. Tenemos que buscar a Bianca en lo de mamá.
La mire, no nos deja terminar un partido, un solo partido tranquilos. Ornella va bajando las escaleras, estaba hermosa con la panza toda grandota, estaba de nueve meses, en cualquier momento podía hacer mi hijo, pero no creo que hoy.
— encima tu mamá se mudo, ni idea dónde queda. –se queja Matías.
— yo tampoco sé dónde queda todavía, pero vamos los cuatro y de paso recorremos. –me reí.
Le di la mano a Ornella para que termine de bajar la escalera, me da un beso y yo sonreí. Entramos al auto los cuatro juntos, Matías va manejando, Amira y Ornella atrás. Voy poniendo música mientras Matías trata de ubicarse con la casa.
Mi vieja se mudo, no sabemos dónde todavía porque no hemos ido, pero vamos a encontrar la casa, yo sé que si. Le iba indicando a Matías, pero es burro.
— te dije que a la derecha pelotudo. –lo mire mal.
— bueno tarde me lo dijiste Julian.
— ¿Se pueden apurar?. –habla mi mujer–. Me estoy muriendo de calor acá.
— abrí la ventana mi amor, ya llegamos.
— te doy aire con las manos ¿Querés?. –dice Amira mirándola.
Después de tanto buscar terminamos llegando a la casa, Bianca subió al auto, a Matías le dió un abrazo y a mi un beso en la mejilla, no me puedo quejar, es el padre.
— tío shulian, la tata me dijo que vos eras malo cuando eras chiquito.
— mentira. –me reí–. Un pan de dios era yo.
Se ríe y yo sonrió, Ornella estaba bastante callada y eso es raro, no se calla nunca, bueno, cuando está enojada si, pero hoy no está enojada, va yo no hice nada para que se enojará, debe estar un poco cansada nomás.
Me di vuelta para ver si Orne estaba bien, me encontré con Bianca haciendo una cara de asco mirando justamente para el piso del auto, con Amira nos miramos sin entender.
— que asco, la madina se hizo pis. –se tapa la nariz.
— no es p.. AAAY. –se toca la panza–. Me nace el pendejo, me nace.
Abrí los ojos como platos, Amira me hizo cambiar de lugar, ella se pasó para adelante y yo me pase para atrás.
— respira profundo mi amor. –le agarre la panza–. ¡Maneja rápido Matías!.
