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12 𝚍𝚎 𝚖𝚊𝚢𝚘 2022
Estoy volviendo de trabajar, estos meses sin Julián fueron difíciles, entendí que yo no perdí nada, él perdió todo. Nos vemos con Amira cada tanto, me viene a visitar o salimos a pasear con Bian, ya tiene cinco meses hermosos, es de no creer lo rápido que pasó el tiempo.
— llegamos. –se ríe Ami.
— ¿vinieron a verme?.
Bianca apenas sintió mi voz empezó a buscarme emocionada, la fui alzar rápidamente para llenarla de besos.
— hola bebé de la madrina, que linda que estás. –la empecé hablar.
— si, todo para ella, nada para mí. –se queja Ami.
— mi olvidó que sos tóxica vos también. –me reí. ¿Cómo están?.
— bien, tiene un poco de mocos la gorda. –suspiro. Anoche levantó un poquito de fiebre.
— ¿fuiste al hospi?.
— no, sólo le di teta y me quedé con ella toda la noche, no dormí nada.
Para Ami todo esto estaba siendo un desafió, yo también la estoy acompañando en esto y voy aprendiendo con ella también.
Con mi ahijada en brazos puse el agua para empezar a tomar mates. No hablamos de Julián, ella no me hablaba del tema y yo menos, era una relación aparte la que teníamos con Amira y eso me gustaba.
— ¿qué onda con Ale?. –la mire.
— nada, hablamos y nos juntamos de vez en cuando...pero nada, yo no quiero nada.
Lo peor de todo es que estamos en la misma por dos pelotudos. Salgo, boludeo cómo toda mujer soltera que soy, pero no, no puedo amar, ni intentar querer a alguien, tampoco lo busco, estoy bien en mi soledad sentimental.
Empezamos hacer unas galletitas aprovechando que Bianca estaba durmiendo.
— puede ser que me lo haya garchado.
La quede mirando totalmente sorprendida, se paso las manos por la cara y yo me empecé a reír.
— vos no le rendis cuentas a nadie mi amor, está perfecto.
Se ríe. Cosas de Julián por suerte ya no me aparecen, silencie sus publicaciones e historias.. pero él todo lo contrario, ve mis historias.. le pone like a mis publicaciones y después se los saca, todo un tema.
(...)
— ¡viniste!. –lo abracé.
— te prometí volvernos a ver. –me abraza.
Juan, vino unas semanas para acá, desde que nos encontramos en Italia, no dejamos de mensajearnos o tirarnos llamadas, creo que había algo más que sólo amigos.
— ¿cuándo llegaste? ¿Cómo sabías dónde vivía?.
— tengo mis contactos. –se ríe. No.. hablé con Amira y me pasó la data.
Con razón dijo que me preparé, es tremenda esa chiquita.
Lo hice pasar.
— no me dijo nada y eso que estuvo acá conmigo hasta hace un rato. –negué riendo.
— yo le pedí que no diga nada, era una especie de sorpresa.
Y fue realmente una sorpresa. Lo abracé nuevamente.
Salimos a tomar algo, teníamos esos acercamientos de querer comernos la boca.. pero Juan era tan tímido, tan tímido que me gustaba.
Lo terminé encarando yo, nuestros labios se movían al azar, pasó sus manos por mi cintura, era hermoso.
Pero.. ese beso fue interrumpido por el celular, era Amira, me separó y la atiendo.
— Ami de mi cor...
— está mal. –dice sollozando.
Mi cara cambió al escucharla llorar.
— ¿qué, qué pasó?.
— Bian, Bianca.. empezó a toser hasta ahogarse no se. –trata de hablar calmada. Estoy yendo al hospital con ella.
— voy para allá. –me levanté. ¿Estás sola?.
— sí, no se donde esta Julián, no tengo idea.
— mi amor cálmate, yo estoy yendo para allá.
Me hice el celular a un costado para mirar a Juan.
— perdóname Ami esta mal con la nena en el hospital y tengo que ir, porfavor perdóname.
No lo dejé ni terminar de hablar que salí corriendo para el auto. Manejé un poco alterada hasta el hospital.
Se supone que Julián tenía que estar con ellas ¿dónde mierda está? Pelotudo del orto, lo odio.
Estacione rápido fui corriendo hasta adentró, estaba Amira llorando sentada con Bian en brazos.
— ya llegué, ya llegué. –la abracé. ¿Qué te dijeron?.
— ahora me atienden, tengo mucho miedo. –se apoyo en mi pecho.
— tranquila mi amor, tranquila.
Vi que Julián vino corriendo, desvíe mi mirada rápidamente para mirar a Bianca, tenía sus cachetes todos rojos.
— ¿qué le pasó? Estaba en lo de Phil.
— empezó a llorar y toser de la nada, no se que le pasó. –le cuenta Amira.
Julián agarró a Bianca y trató de calmarla dándole palmaditas en la espalda. Yo sigo tratando de calmar a Amira.
El doctor llamó a Amira, entró con Bianca en brazos, me quedé sentada esperando, estaba por llorar también, cómo les dije estaba aprendiendo igual que Amira y que de la nada le pase esto.
Julián estaba apoyado en la pared mirando el piso.
— gracias. –habla.
No lo miré, solamente lo ignore.
— por ser así con mi hermana, gracias. –vuelve hablar. Nunca voy a poder agradecerte todo lo que haces por ella, perdón también por todo, por cómo la cague.. enserio Orne, perdón.
