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20 𝚍𝚎 𝚍𝚒𝚌𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 2021

Estamos en Buenos Aires, cómo paso, no sabemos. Pero nos quedamos una semanita acá y nos vamos para Córdoba a pasar las fiestas.

Amira ya estaba de ocho meses, su panza estaba que explotaba, hermosa.

— tanto tiempo hermanito. –me abraza Nahuel.

— ¿cómo estás? Feo cómo siempre.

Me miró mal. En eso bajaron Amira y Ornella, se iban a caminar ambas.. Nahuel quedó mirando a mi hermana, Amira agachó la cabeza. Montones de veces le dije que no tiene porque agachar la cabeza.

— me muero. –habla Nahuel. ¿Les puedo dar un abrazó?.

— si, obvio. –habla mi hermana.

Nahuel se acercó para abrazarla, con Ornella cruzamos miradas. Tuvimos la suerte de que Nahuel supo quedarse callado todo este tiempo.

— volvemos dentro de un rato. –habla mi novia.

— cualquier cosa me avisan.

Asintieron, Ami volvió abrazar a su ex cuñado y salieron de la casa. Nosotros nos quedamos jugando a la play cómo los viejos tiempos, cómo extrañaba a Nahuelito.

(...)

— espérame en el auto amigo, pero tengo que ir.

— si lo veo lo voy a cagar a piñas Nahue, no quiero eso.

Santino esta en el hospital porque se intoxico con la comida, Nahuel me esta pidiendo que lo acompañé. Pero el problema es que va a estar Matías y yo no me hago cargo de nada de lo que podía pasar.

— bueno está bien. –suspire. Solamente porque quiero saber cómo esta Santino.

Nos subimos al auto, manejo hasta el hospital, me estoy haciendo mil escenarios.
Agarré el celular para avisarle a Ornella pero justo se me apagó.

— ¿no tenes un cargador? Se me acaba de apagar el celu. –mire a mi amigo.

— si, déjalo cargando acá.

Puse el celular a cargar, llegamos al hospital. Matías no estaba por suerte, Gallardo al verme se acercó rápidamente abrazarme.

— ¿cómo estás araña? Tanto tiempo.

Bien, con ganas de matar a su hijo del medio, pero bien.

— todo bien por suerte. –sonreí.

— podríamos juntarnos a cenar, no se que pensas.

Mil secuencias pasaron por mi cabeza, pero en el momento que iba a contestar entró Matías a la habitación, al lado de él estaba la pendejita, su novia.

Ustedes hubieran visto la cara que puso, fue muy épica.

No armes quilombo acá Julián, no

— Juli. –habla Nahuel. Es Ornella, toma.

Agarre el celular sin entender, salí de la sala y atendí.

— amor.

— esta pariendo, Julián ¿dónde estás?.

— ¿¡qué!? ¿Cómo?.

— esta por entrar, Juli amor, dale, estamos en la clínica ×××××.

Corté, después les aviso que me fui.
Caminé hasta el auto, empecé a manejar, estaba tratando de ir lo más tranquilo posible.
Lo peor de todo, me quedé con el celular de Nahuel y el auto, me mata.. pero es por una buena causa.

Llegué a la clínica, estaban mis papás, Ornella no estaba por ningún lado. Agustín estaba sentado mirando un punto fijo.

— ¿dónde están?.

— la acaban de meter a la sala de parto. –habla mi mamá emocionada. Llegué tarde.. pero Orne se metió con ella.

Me apoyé contra la pared... estaba por nacer, estaba por ser tío.

Los minutos pasaban y no salían, tampoco nos avisan nada. Yo me estoy comiendo las uñas de los nervios.
Pasó una hora, las puertas se abrieron, Ornella salió tenía una carita de trauma mi bebé.

— ¿qué pasó?. –me acerqué rápidamente.

— yo no quiero parir nunca Juli, la pasó muy mal, nos pusimos a llorar juntos. –me mira.

— ¿pero nació o no nació? Eso nos interesa. –habla Agustín.

— nació, nació hace cinco minutos.

Abrace a Ornella fuerte, dejando repetidos besos en su cara.

— que felicidad. –habla mi mamá. Dios mío, Bianca acaba de nacer.

Estaban limpiando a Amira y Bianca, Ornella me seguía contando cómo fue el parto, me daba gracia y ternura a la vez.

Mis papás entraron primero a conocer a Bianca, yo estoy afuera esperando para poder entrar de una vez, ya quiero verla, aunque tengo miedo de agarrarla y que se me caiga.

Al entrar pude ver cómo Ami estaba sosteniendo a Bian en sus brazos, era una cosa muy pequeña, era muy chiquita posta.

— ponete alcohol en las manos. –me mira.

Tenía una carita de sufrimiento pobre, me puse alcohol y me acerqué para darle un beso en la cabeza. Ornella siguió mis pasos.

— te la re bancaste mi reina. –habla mi novia. Mira lo hermosa que es.

— me duele todo. –dice mirándonos. Nunca más.

Sonreí, mire a mi sobrina, todavía estaba chiquita, pero no habían dudas de que iba hacer hermosa.

— ¿la quieren agarrar?.

— no gracias, Orne capaz quiere.

Yo la voy agarrar cuando tenga tres meses por ahí, cuando sea más grande.

Ornella la alzó, al verla con un bebé en brazos, mirándola encima, dándole besos.. basta, necesitó que vivamos esto los dos juntos, no espero menos.

Me acosté al lado de Amira, la corrí pero bueno, quería abrazarla.

— empezó a llorar, Ami toma, toma.

Se la pasó con cuidado, me acabó de enamorar. Me acaban de robar el corazón.

¡soy tío! Soy tío.

Ahora me falta ser papi:p, a poner en trámite la cosa.

𝖠𝗇𝗍𝖾𝗌 𝖽𝖾 𝗍𝗂| Julián Álvarez • √√Donde viven las historias. Descúbrelo ahora